Stephanie Carrasco, una mujer que preserva el diseño de Puebla

Stephanie Carrasco es una empresaria apasionada por lo que hace. Tiene 29 años y es egresada de la licenciatura en diseño textil en la Universidad Iberoamericana (Ibero), donde menciona que al egresar tenía una marca de vestidos de noche con textiles chiapanecos y después se dedicó a elaborar joyería.

Todo empezó como un proyecto para una materia de la universidad, donde los incentivaban a poner su propia empresa y como prácticas profesionales trabajó en una fábrica de talavera, donde nació su amor por este material, ya que observó que todo lo relacionado con ella era cuestión de vajillas y tibores, así que pensó en innovar en este aspecto.

Fue así como ideó hacer joyería. Inició diseñando collares. El primero en el que se inspiró lo elaboró con piezas de plata y talavera, el cual se volvió su estrella por la alta demanda que ha presentado, pues hasta el momento es el único que maneja sobre pedido especial. Además, en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, comentó que ese mismo modelo fue el que prestó a su mamá para que asistiera a un desayuno con sus amigas, donde le empezaron a mencionar lo bonito que se veía y a preguntar sobre dónde lo había comprado, convirtiéndose en el modelo con el que inicio el negocio.

En ese momento le empezaron a pedir collares, por lo que se dio cuenta que podría tener potencial el proyecto para hacerlo más grande, realizando más diseños. Fue como decidió comenzar el proceso para registrar la marca, todos los diseños, y emprendió la búsqueda de puntos de venta en hoteles, para poder vender esta artesanía mexicana.

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Ella menciona que lo más difícil de emprender su marca fue empezar a buscar los materiales indicados para que los diseños fueran diferentes y así el público pudiese conocer la marca, pero poco a poco la gente la ha ido buscando, tanto para entrevistas como para comerciar su marca llegando hasta Estados Unidos, específicamente en Arizona y Miami.

“Me gustaría que la gente valorara lo que es el trabajo artesanal, porque hay toda una labor y diseño atrás, que va desde el pintado de la talavera, armado, boceto y por lo tanto tiene un precio elevado, por ser un diseño totalmente mexicano que además está hecho a mano,” acotó la diseñadora.

Sus productos se venden por catálogo en su página en internet, redes sociales y se pueden adquirir en hoteles boutique y museos de Puebla, Cholula, Querétaro, San Miguel de Allende, Cancún, Playa del Carmen, Los Cabos y Mérida. Se ha dedicado a encontrar lugares de diseño mexicano a los cuales les interesara su producto.

La marca Stephanie Carrasco cuenta con cinco años de antigüedad. Menciona que le encanta lo que hace, aunque a veces tenga mucha presión, ya que todo tiene que estar perfecto. Su objetivo principal es preservar la tradición de Puebla con algo típico del estado como lo es la talavera poblana, logrando que las personas puedan comprar un collar o pulsera y llevarse a donde estén un pedacito de Puebla, en una pieza que está hecha a mano y con amor.