Day, una actriz a la expectativa

Dayanne Carrasco Rojas, actriz recién egresada de la licenciatura en Teatro de la Universidad de las Américas de Puebla (Udlap)

Mitzi PULIDO

Para muchas personas, estudiar actuación o teatro ha sido un sueño que han dejado atrás, pero para Dayanne Carrasco Rojas, de 22 años de edad, su meta sigue siendo la misma. Esta actriz recién egresada de la licenciatura en Teatro de la Universidad de las Américas de Puebla (Udlap), en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla nos contó su historia y lanzó un mensaje importante para todas aquellas personas que aún desean hacer realidad sus sueños.

“Si se quieren dedicar a esto, háganlo y tómenlo en serio, se necesita de educación, y qué mejor que formarte día a día y tener una licenciatura, posgrado, maestría o diplomados. No se rindan, es difícil, pero sí se puede”, acotó Day.

Todo empezó en la secundaria, desde chiquita ella era muy juguetona, pero al entrar en esta etapa tomó una actitud introvertida. Fue ahí donde descubrió el taller de teatro en su primer año en la escuela, por lo que se animó y descubrió facetas en ella que la ayudaban a interpretar personajes que eran totalmente diferentes a su personalidad tímida.

A la maestra del taller le gustó lo que realizaba; por ese motivo la invitó a una obra fuera de la institución para una fundación de niños con cáncer, donde le gustó su trabajó y la empezó a apoyar, recomendándola con más personas del medio; así ella empezó a asistir a talleres y no dejó de actuar desde 2009.

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En la transición de preparatoria para elegir su carrera, no tenía el conocimiento que existiera como tal una licenciatura en Puebla y descubrió que la Udlap contaba con la carrera en teatro y sin dudarlo tomó la decisión. Además su mamá había trabajado 12 años en esa institución por lo que se hizo acreedora de una beca del 100 por ciento para su hermano y para ella.
Luego de unos años a punto de concluir su carrera, uno de sus últimos trabajos fue hacer un proyecto para la materia de prácticas en la profesión, donde decidió buscar un texto que le enseñaron en tercer semestre que se titula Valentina y la sombra del diablo de la dramaturga mexicana Verónica Maldonado, del cual se enamoró y no lo soltó, para aprovecharlo en aquella oportunidad.
El texto decidió dirigirlo, para presentarlo convenció a chicos de la universidad que quisieron apoyarla. Así ella consiguió el dinero para el vestuario, utilería, escenografía, maquillaje y el espacio, pero en el trayecto de los ensayos hubo complicaciones y tuvo que actuar también. Fue como descubrió que tiene virtudes en la dirección por que observó el impacto de su obra.
Ahora ya graduada sigue buscando proyectos para actuar, pero también continúa dirigiendo. De hecho, en esta temporada está una de sus obras que dirige que se llama Nunca dije que era una niña buena de Gustavo Ott. Se encuentra en el pueblo de las nubes donde tiene distintas funciones.

Exhortó al público en general a que consuman arte. “A la gente de mi edad le es más fácil decir: vámonos de antro o al cine y gastarse más de 800 pesos y piensan que salió barato, pero no pagan 60 o 150 pesos por un boleto de teatro porque se les hace una cantidad grande. Por eso recomienda apoyar mucho el arte y explorarlo”.