¡No lo hagas sin condón! Protégete del VIH
Tener relaciones sexuales sin protección nunca ha sido una buena idea, sobre todo si pensamos en los riesgos que corremos al hacerlo
El VIH significa virus de la inmunodeficiencia humana. Esta enfermedad afecta el sistema inmunitario mediante la destrucción de los glóbulos blancos. SIDA significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida y es la etapa final de la infección con el VIH; sin embargo, no todas las personas infectadas lo padecen. El contagio más común del virus es a través de relaciones sexuales sin protección con una persona infectada, pero también puede propagarse por intercambio de agujas contaminadas o por contacto con la sangre de una persona infectada. Las mujeres pueden infectar a sus bebés durante el embarazo, el parto o la lactancia. Nunca olvides que el VIH no se puede diseminar a través del sudor, la saliva o la orina. Los abrazos o besos con la boca cerrada no son un factor de riesgo. Lee: Cuando llega el nuevo bebé ¿Adiós mascota?
Detéctalo y actúa Los primeros síntomas pueden ser la inflamación de los ganglios y sensaciones parecidas a la gripe. Estos pueden aparecer y desaparecer en periodos de dos a cuatro semanas. Los síntomas más fuertes suelen aparecer años después. Durante esta etapa, hay una gran concentración del virus en el organismo, de modo que es fácil transmitirlo a otras personas. El VIH destruye las células del sistema inmunitario llamadas células CD4 o células T. Sin células CD4, a tu organismo se le hace muy difícil combatir las enfermedades. Una vez que el VIH se convierte en SIDA la persona se vuelve propensa a cualquier malestar o padecimiento, algunas señales incluyen: Dolor de garganta, infecciones graves por hongos, enfermedad pélvica inflamatoria crónica, cansancio persistente, mareos y aturdimiento, pérdida repentina de peso, formación de hematomas, diarrea, fiebre, o sudores nocturnos, sangrado de la boca, la nariz, el ano o vagina, erupciones de la piel y adormecimiento de las manos o los pies.
No tengas miedo Un análisis de sangre puede ayudar a saber si una persona tiene una infección. Debes acudir a tú médico ante cualquier duda de un posible contagio. No tiene cura, pero hay muchos medicamentos que combaten la infección por VIH y reducen el riesgo de infectar a otros. Las personas que reciben un tratamiento a tiempo pueden tener una buena calidad de vida. |