Cuida tu salud frente al cambio climático
Aprendamos a cuidarnos de los cambios bruscos de temperatura
Las consecuencias del cambio climático, además de afectar directamente a la Tierra, también repercuten en nuestra salud. Este fenómeno provoca que algunas enfermedades infecciosas se desarrollen con más facilidad. La enfermedad más común suele ser el resfriado, aunque muchas personas llegan a confundirlo con influenza ya que presentan algunos síntomas parecidos, como el flujo nasal, estornudos y dolor de garganta. Ambas son enfermedades respiratorias, aunque son provocadas por diferentes virus. Una de las diferencias más notorias es que el resfriado presentará síntomas más leves y desaparecerá en unos días, mientras que la influenza aparece de manera repentina y grave; sin embargo, en cualquiera de los casos debes acudir al médico y nunca te automediques. Lee: Conflictos familiares caseros muy comunes
Protégete del sol Es importante mantenerte fresco para que tu cuerpo tenga una temperatura adecuada. Aléjate del sol lo más posible, sobre todo en los horarios en que los rayos son más potentes, es decir, entre 10 y 16 horas. Usa protector solar con un factor de protección de 15 o más, utiliza ropa con colores claros y, si te es posible, usa gafas de sol. Buena ventilación La irrupción de corrientes de aire a tu hogar u oficina hará que se reduzca el uso del aire acondicionado, el cual provocará que cuando necesites salir, el impacto del calor no te afecte tanto. El flujo constante de aire se llevará aquellos virus y bacterias estacionarias, más aún cuando hay alguien enfermo en el mismo lugar que tú. Evitar los cambios bruscos de temperatura El cambio del frío al calor, o viceversa, que se da en algunas zonas, es algo que no podemos evitar, y muchas veces ni siquiera depende de nosotros. Lo que sí puedes hacer es evitar los lugares con un sistema de climatización muy fría. De no poder evitarlos, lo recomendable es esperar un momento para estabilizar tu temperatura, antes de pasar del frío al calor. Higiene adecuada Una medida indiscutible para evitar las enfermedades por los cambios de temperatura es mantener una higiene adecuada. Se recomienda que se preste especial atención en el lavado de las manos, ya que tener contacto con una persona enferma es el medio más común y rápido para un contagio, antes de tocarse los ojos, la nariz o la boca.
Es indispensable lavarse las manos antes de preparar los alimentos, ya que de lo contrario algunas bacterias podrían favorecer el desarrollo de resfriados, salmonelosis, gripe aviar o tuberculosis. |
