El intercambio, la oportunidad de demostrar tus buenos deseos

Un compromiso al que difícilmente puedes negarte, por lo que es necesario coordinarte con los compañeros para saber qué es lo que quieren

El intercambio, la oportunidad  de demostrar tus buenos deseos
Agencias | Te dejamos algunos consejos para saber lidiar con eso El intercambio, la oportunidad de demostrar tus buenos deseos

Ahora que llegó la temporada decembrina, aquélla donde están las posadas, las reuniones familiares, la cena de Navidad y de Año Nuevo, también es el momento para hacer los intercambios de regalos, entre amigos, familia o en la oficina con los compañeros. Pero en este último, puede resultar tanto agradable como un martirio, debido a quien si te toca obsequiarle a alguien a quien no ubicas, que no has visto o que simplemente no sabes de sus gustos. Por eso te dejamos algunos consejos para saber lidiar con eso.

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El roperazo

Esto consiste en obsequiar aquellos regalos que nos dieron a nosotros, pero que nunca usamos; es decir, reciclarlos. Esta práctica no es del todo mala, pero hay que saber realizarla con cautela, para no quedar mal y ser la comidilla de la oficina. Primero tienes que asegurarte de que no te lo haya dado algún familiar o personas cercana y además que esté en buenas condiciones. Si no es así, evítalo a toda costa.

Gusto de la persona

Si no tienes ni idea de los gustos de la otra persona porque escasas veces la has visto, es importante ponerte manos a la obra con eso. Como primera opción puedes empezar por acercarte con el compañero y entablar conversación sobre sus gustos, hobbies, comida o música favorita, para que tengas opciones de regalo. Si optas por no hacerlo, puedes preguntarle a otro compañero que sí sepa de esa persona, para que te cuente sobre él.

Tiempo de elección

Ahora que ya conoces los gustos de la persona que te tocó para el intercambio, es el momento para ir a la tienda y comprarlo. Recuerda que debes darte el tiempo necesario para buscarlo. No te lo tomes a la ligera, ten en consideración que a ti también te darán uno y como mínimo esperarías que hubieran puesto un poco de empeño para que te agrade. Haz lo mismo.

Presupuesto designado

Una cosa es el buen gusto y otra muy diferente es invertirle el doble o triple de dinero que tenías pensado. Por ello, como lo comentamos antes, tienes que darte el tiempo para buscar opciones, y de esas mismas partir para elegir. Tienes que establecer un presupuesto y darte un margen de cien o doscientos pesos arriba como máximo; pero tampoco quieras optar por lo mínimo. Deberás seleccionar algo de calidad en relación con el precio.