Balneario de Huehuetlán y el Cerro Cabezón

Ecoturismo, entre sus mayores atractivos.

Balneario de Huehuetlán y el Cerro Cabezón
Agencias | Balnearios y toboganes cerca de Puebla. Balneario de Huehuetlán y el Cerro Cabezón

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A la hora de ponerse a pensar en sitios icónicos para visitar en Puebla, encontramos un sitio cuyo nombre procedente del náhuatl significa, “cerca del Dios del fuego” o “lugar viejo, pueblo antiguo”: Huehuetlán el Grande. Y nunca es mal momento para disfrutar de las aguas termales que tiene el balneario Atotonilco, ubicado en este municipio.

Este rincón es uno de los primeros candidatos turísticos, pues se puede encontrar una variedad de actividades ecoturísticas, como sus famosas cascadas y el balneario Atotonilco. Cabe resaltar que esta atracción pertenece a una cooperativa de este municipio, y son ellos quienes año con año se preocupan por embellecer el lugar.

Los toboganes

Además de sus aguas termales y su agua cristalina, cuenta con 10 albercas y toboganes que hacen de este lugar un oasis en la zona. Tienes la opción de rentar cómodas palapas para apreciar los grandes espacios verdes en donde, si lo deseas, podrás acampar bajo el estrellado manto oscuro, seguido de una nadada nocturna.

Ubicado a una hora y media de la capital poblana, el recorrido hasta allá te ofrece diferentes paisajes que te acercan a la naturaleza. El Balneario Atotonilco de Huehuetlán se encuentra ubicado en la carretera Puebla-Valsequillo-Santo Domingo Huehuetlán.

 

El Cerro Cabezón

Realizar senderismo en este cerro te llena de vitalidad en sus nueve kilómetros de recorrido, que pueden hacerse con guía —necesario, si crees que puedes perderte—. Desde su cima, te ofrece una vista panorámica para apreciar el bello pueblo de Tlatlauquitepec.

A sólo dos horas y media de la ciudad de Puebla se halla este lugar con actividades para toda la familia. Una parte se puede subir en coche, sin necesidad de una camioneta. Al llegar al estacionamiento deberás subir el último tramo a pie, atravesando el bosque, con lo que disfrutarás de vistas espectaculares.

Para este recorrido se recomienda comenzar entre las 8 y las 14 horas, ya que más temprano o más tarde hay neblina, y en muchos casos llueve, lo que puede entorpecer la caminata o dejarte con salpicaduras de barro.


En el Cabezón también se puede practicar tirolesa; hay dos de ellas, que tienen un costo; también hay un puente colgante, el cual es muy divertido cruzar. Además existe rapel, para quienes gustan de actividades más extremas. Pero, sin duda, lo más interesante es la hermosa vista que te regala el paisaje.

Caminar por la naturaleza con tranquilidad te hará sentir muy bien; el olor a hierba mojada y los contrastes que encuentres en el camino, te encantarán.

Neblina, sol, lluvia y frío forman parte de la experiencia, así que para andar cómodo es mejor que vistas short o pantalón y una buena chamarra.