Propósitos que sí deberías cumplir este año nuevo
¡Feliz Año Nuevo! Una de las tradiciones más comunes es tener desafíos o metas para los próximos 365 días
Iniciar o retomar ciertas actividades para sentirnos mejor, como hacer ejercicio o dormir más temprano, son parte del desafío. No olvides que todo resultado requiere de un esfuerzo y habrá momentos en los que quieras abandonar, pero la constancia hará que todo valga la pena. Recuerda que la salud es lo más importante, y para modificar todos aquellos hábitos poco recomendables en los que has incurrido te proponemos algunas opciones para comenzar bien el año. Lee: Año Nuevo en familia, una celebración para pasarla en unión
Hacer ejercicio Sin importar tu edad, hay opciones para todos los gustos y que se adapten a tu condición física. Debes realizar al menos 30 minutos de ejercicio diario un mínimo de tres días a la semana y notarás beneficios no sólo en tu cuerpo, también en tu mente. ¿Qué más quieres? Activarte mejora tu forma física, fortalece tus huesos, controla tu peso, ayudará a tus articulaciones; además, la liberación de las endorfinas que se producen en la práctica deportiva, te hará sentirte relajado y feliz. Hacer ejercicio reducirá el estrés que acumules al estudiar o trabajar, aumentará tu autoestima y manifestarás bienestar en general. Puedes iniciar por tu cuenta o entrar al gimnasio, aunque lo más recomendable es hacerlo en compañía de familiares, amigos o pareja, ya que será más divertido y siempre habrá quien te impulse a no rendirte.
Cocinar en casa Un platillo con los mismos ingredientes sabe distinto en un restaurante que hecho en casa. Cuando agregas amor a tus platillos no sólo mejoras el sabor, sino que garantizas la frescura y calidad de los ingredientes que requiere su preparación. Además, las intenciones y sentimientos que se tienen al preparar los alimentos influyen de manera positiva en nuestro sistema. No olvides que hacer comida con intención, ayuda a ser consciente del proceso y no sólo satisfacer un deseo inmediato, como ocurre al comprar platillos preparados o comida rápida.
Alimentarte mejor En México, siete de cada diez adultos sufren sobrepeso u obesidad. Entre 2000 y 2012 la tasa conjunta de sobrepeso y obesidad en adultos creció 15 puntos porcentuales, llegando a 71.2 por ciento de la población. Seguir una dieta sana y equilibrada no es sinónimo de comer verde o insípido; siempre existen alternativas saludables para darle sabor a tu vida. Debes establecer una alimentación adecuada a tu edad y necesidades nutricionales, especialmente si sufres alguna enfermedad o practicas algún deporte. ¡Aléjate de productos y dietas milagro! Tampoco hagas caso de falsos mitos, que lo único que te llevarán es a caer en un trastorno alimentario. Aquí entra también el beber agua. Recuerda que tu cuerpo te pedirá la necesaria, pero intenta ingerir al menos dos litros al día. También debes renunciar a los refrescos y a los drinks casuales, después de un largo y extenuante día de trabajo. Lo agradecerás después.
Cuidar la higiene Nunca está de más concienciarnos y vigilar más nuestra higiene, tanto la bucal, como la corporal y la íntima. La primera te salvará de situaciones bochornosas en lugares públicos, en espacios laborales o escolares; y la última te ayudará en el plano sexual, para evitar contraer y contagiar alguna infección. Tampoco olvidemos el cuidado de las superficies con las que convivimos en nuestro hogar, sobre todo en las habitaciones, la cocina y el baño; así como en la escuela o trabajo. Siempre ayudará desinfectar los teclados, las mesas y el celular todos los días, costumbre que evitará que te contagies de alguna enfermedad o propagues virus.
Intenta no estresarte Es imposible evitar el estrés. Las tareas escolares, las responsabilidades en casa, un horario complicado, las expectativas de los demás, las decepciones, las fechas límite, los problemas sociales: todo genera tensión en estos agitados tiempos. Sin embargo, si tomas el control de tu vida puedes prevenirlo. Equilibra tus obligaciones con actividades de las que disfrutas. Organiza mejor tu tiempo y no olvides tomarte unas merecidas vacaciones, sin que sean otra fuente de estrés.
Tampoco olvides que debes descansar lo suficiente. Es fácil dejar que los pendientes, los amigos o un exceso de televisión e internet se interpongan, así que da tu máximo esfuerzo para dormir al menos ocho horas diarias. |