Cantona (Casa del Sol) fue una de las ciudades con mayor grado de urbanización en la época prehispánica, probablemente fundada por grupos olmeca-xicalanca hacia el final del período Clásico Tardío.

A sólo hora y media al noreste de la ciudad de Puebla, entre los municipios de Tepeyahualco y Coyoaco, la superficie del asentamiento prehispánico ocupa unos 12 kilómetros cuadrados, distribuidos en tres unidades, de las cuales, la mayor es la del sur, con cinco kilómetros cuadrados.

No existe pretexto para no realizar una caminata. Cuando la zona está despejada, fluye un viento frío que te recobrarán los ánimos.

En Cantona han sido descubiertos alrededor de 24 canchas de Juego de pelota, más que en ninguna otra ciudad mesoamericana.

 Se han descubierto 3 mil de estos patios, por lo que la población de la ciudad debió sobrepasar los 20 mil habitantes en su época de mayor apogeo.

Las calzadas de Cantona tienen la particularidad de estar revestidas con piedras, y fueron construidas un poco más elevadas con respecto al nivel del suelo. Sus edificios fueron construidos sin ningún tipo de argamasa, como se hizo en la mayor parte de Mesoamérica. Además funcionó como una fortaleza, como lo revela su propia ubicación (similar a la de Xochicalco en Morelos) y los puestos de control de acceso que la rodean.

Si quieres conocer las historias de este enigmático lugar, recuerda pedir la explicación de un guía, quien con gusto te llevará para realizar el recorrido del recinto.

Cueva del Diablo

En Francisco I Madero, a sólo 2 kilómetros de las pirámides, aventúrate a entrar en la cueva del Diablo, un recorrido especial, que deberá hacerse con un lugareño que conozca el lugar, apto solamente para aquellas personas intrépidas.