Familias con niños especiales

Las actividades y rutinas son distintas a las de otras personas, pero se puede equilibrar para que no se te complique.

El comenzar a planear una familia conlleva tomar en cuenta muchas cosas como los gastos, los artículos que necesitarán, escuelas, las actividades de los fines de semana, las tareas, clases extraescolares, etc. Pero lo que no está planeado —o casi nunca— es cuando se es padre de un niño con capacidades diferentes. El cronograma incluye visitas al médico, sesiones de terapia y muchas cosas que sólo saben quienes pasan por ello. Nadie está preparado para esto, pero nunca es tarde para conocer algunas sugerencias y hacer su vida menos complicada.

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Ayuda de amigos y familia

Todos están ocupados y eso hace que resulte difícil pedir o aceptar ayuda. Para algunos, es difícil dejar que los hijos o su pareja ayuden, porque tal vez no hagan las cosas tal como ellos las harían. Después de todo, se espera que los padres sean capaces de realizar varias tareas a la vez, y manejar sus propias necesidades y las de sus hijos. Si se siente agotado y enojado, y ha aceptado que necesita ayuda, el siguiente paso es pedirla. Recurrir a otras personas no es un signo de debilidad, sino de fortaleza.

La honestidad ante todo

Muchas ocasiones es difícil abrirse ante las demás personas por miedo al “qué dirán”, pero hay que empezar a madurar por la familia. No está mal decir la verdad si sientes complicaciones. Hay gente buena en el mundo y sabe identificar las indirectas. Si le comentas “es difícil acudir al médico”, le brindas a la otra persona la posibilidad de que te eche una mano, por poner un ejemplo.

 

Lista de necesidades 

Cuántas veces a las personas apegadas a uno no las has oído decir: “si necesitas algo, dímelo”, y nunca lo terminas haciendo por no dar molestias, pero en el fondo sabes que lo necesitas. Por ellos, realiza una lista con las cosas que harían un poco menos complicada tu vida. Después, con toda la confianza, acércate a tu amigo o familiar y háganlo en equipo. Recuerda que ante todo esto, siempre sé agradecido, quizá un día libre puedas brindarles una cena en señal de retribución.

 

Atención médica en el hogar

Aprovecha las cosas que se te presenten. Si los problemas médicos de tu hijo son crónicos y graves, algunas compañías de seguros cubren el costo de la visita de un enfermero o un colaborador en el hogar durante unas horas por semana. En el caso de los niños con trastornos del desarrollo, incluido el autismo, también existen servicios que te permiten tomar un respiro. Estos servicios pueden incluir una persona para cuidar al niño que vaya a su hogar para que tu puedas descansar unas cuantas horas o por la noche.

 

 

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