Una reunión exclusiva de cata de vinos
Un restaurante ubicado sobre la Vía Atlixcáyotl se encargó de realizar una experiencia íntima
Se llevó a cabo un evento donde los vinos fueron los invitados de honor. Un restaurante ubicado sobre la Vía Atlixcáyotl se encargó de realizar una experiencia íntima, donde 10 personas pudieron degustar de una cata de vinos acompañados de platillos elaborados especialmente para la ocasión.
Al inicio los organizadores fueron detallando minuciosamente las características de cada bebida. Cabe resaltar que todos están hechos por manos enólogas jóvenes y mexicanas. El primer platillo presentado fue de coliflor con tahini, el cual fue maridado con un vino tinto seco sudafricano, pero fresco a su vez, con uvas endémicas detenidamente seleccionadas de esa región. Es un vino joven y de fácil digestión, ideal para paladares primerizos. Lee: Berenice Tello, una diseñadora explosiva
Para el segundo tiempo se presentó un volován relleno con cebollas caramelizadas bañado con una salsa dulce, adornado con hortalizas verdes, perfectas para darle un contraste de tonalidades. Todo esto fue maridado con un vino más fuerte al paladar, el cual dejaba una pequeña resequedad en la boca por unos pocos segundos; con notas amaderadas, frutales y frutos secos rojos.
El penúltimo maridaje fue con un vino tinto color granate con tonalidades anaranjadas, limpio y brillante. Este producto enológico presentó notas olfativas a tabaco, regaliz, vainilla, pimienta negra, una ligera sensación a durazno y frutos negros como el higo; esto acompañado de unos ravioli de cochinita pibil. Una combinación contrastada en cuanto a sabores, ya que la potencia del vino y la sutileza del platillo resultaron una bomba para el paladar.
Para el último tiempo tuvo presencia un vino espumoso, cuya elaboración fue con las tres uvas principales de España. Presentó una tonalidad verdosa con una densidad baja, provocando que las lágrimas se vayan con rapidez. En cuanto al olfato, las notas fueron de manzana verde, durazno, piña fresca y un ligero aroma de mantequilla y pan, para maridar una croqueta de plátano con mole de augurio adornado con ajonjolí. |