En el Medio Oriente, el garbanzo es una legumbre con alta popularidad, la cual es consumida a diario debido a sus altas tasas en fibra, minerales, proteínas y vitaminas. Es un excelente ingrediente que puedes agregar a tu dieta diaria. Si aún no estás instigado, su precio te convencerá, ya que es un alimento que además de brindarte muchos nutrientes, su costo es algo que no puedes dejar pasar; además es muy fácil de preparar. Te dejamos algunas recetas para que sorprendas a tu familia.

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Hummus

Este platillo es el más famoso de la familia vegana que contiene garbanzos. Una combinación de sabores, texturas y olores. Añade 400 gramos de garbanzos cocidos o enlatados, 3 cucharadas de pasta de sésamo o tahini y dos dientes de ajo a la licuadora. Licúa y agrega medio limón, 4 cucharadas de aceite de oliva, comino, pimienta y sal al gusto. Muele hasta que quede una consistencia cremosa y untable. Tan sencillo como eso: un rico platillo, saludable y muy fácil de elaborar.

Hamburguesas

Una receta que a toda tu familia le encantará, pues no encontrarán la diferencia entre la carne y esta legumbre hecha medallón. Primero tendrás que verter 600 gramos de garbanzos, pueden ser de bote o cocidos, en la licuadora, y batir hasta que se forme un puré. Añade tomillo, sal, pimienta al gusto y 1 cebolla picada finamente y licúa nuevamente. También puedes sofreír previamente la cebolla, si lo deseas. Agrega media taza de pan molido y 2 huevos. Una vez hecho esto, forma las hamburguesas y cocínalas con aceite vegetal hasta que estén doradas.

Albóndigas

Otra receta muy sencilla de preparar. Una noche anterior coloca 400 gramos de garbanzos a remojar en agua. Al momento de elaborar esta receta vegetariana, escurre los garbanzos y tritúralos un poco. Pica una cebolla en trozos pequeños, 5 dientes de ajo, 2 ramitas de perejil y una más de cilantro. Posteriormente, mezcla estos ingredientes con los garbanzos ya remojados y tritura hasta que se forme una pasta uniforme. Agrega una cucharadita de comino y otra de pimentón y revuelve de nuevo. Cuando la masa esté lista, déjala reposar entre 30 minutos y 1 hora dentro del refrigerador. Con tus manos, haz bolitas como si de albóndigas se tratara y esparce harina en ellas. Fríe en abundante aceite de oliva, hasta que estén doradas.