¡No abuses de la desinfección!

Ante el miedo por la pandemia del coronavirus muchas personas han comenzado a usar productos, como el alcohol y el cloro, de manera nociva.

Anaid Piñas

Imagina el escenario: se acaban los desinfectantes en aerosol y no hay toallas desinfectantes. No te asustes, tenemos una opción más económica y efectiva a la mano: el cloro.

Pero recuerda que usar cloro en exceso no es sinónimo una mejor limpieza y desinfección, ya que éste producto puede causar intoxicación e incluso afectar al sistema inmunológico de las personas.

De acuerdo con expertos en salud, el cloro debe usarse con responsabilidad. La medida idónea es mezclar 10 mililitros, equivalentes a dos tapitas del envase, por cada litro de agua, para tener una solución efectiva y desinfectante.

Esta mezcla tiene un tiempo de efectividad de 24 horas y puedes almacenarla en un envase limpio y opaco, ya que el sol inactiva sus efectos.

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Inhalar cloro por periodos prolongados de tiempo daña el revestimiento de las células de los pulmones tanto de niños como de adultos.
El cloro si puede mezclarse con: Agua, jabón líquido neutro y detergente neutro.
Por tu seguridad y la de tu familia, jamás debes mezclarlos con: amoníaco, vinagre (de ningún tipo), ácido cítrico (ni líquido, ni polvo), limón, agua oxigenada o peróxido, carbonato, bicarbonato, alcohol (liquido o en gel), percarbonato, limpiadores multiusos, desinfectantes o bactericidas.
Elije otras opciones

También existen más formas de desinfectar ropa y superficies con opciones menos agresivas. Puede utilizar bicarbonato de sodio, si disuelves un puño en una cubeta de 20 litros puede desinfectar los pisos y superficies. No olvides que no debes mezclarlo con cloro. Otra sugerencia es usar alcohol para desinfectar manos y superficies. Recuerda que tienen que tener al menos el 70 por ciento de alcohol (en caso de ser compradas) y ser diluidas a cantidades iguales con agua (cuando se preparan en casa), es decir, si usas una taza de alcohol debes mezclarla con una de agua y guardar la solución resultante en un recipiente de plástico o vidrio completamente limpio.