Multitud en casa

Junto a la familia, una de las cosas más recomendables es aceptar la contingencia, recordar que el encierro no está en nuestro control pero acatarlo sirve para el bien común.

En el confinamiento, la convivencia es permanente, lo que, inevitablemente, genera tensiones. Por ello, indica Leopoldo Castro, se recomienda proponer horarios de convivencia conjunta y espacios individuales.

La tolerancia es clave durante el aislamiento, pues así como la pandemia es una realidad que no se puede ignorar, las discrepancias en el núcleo familiar también van a estar presentes debido a la tensión natural de la situación.

Y esta tolerancia también aplica para nosotros mismos, pues hay que comprender que está bien sentirse fuera de lugar en las dinámicas de convivencia constante, ya que no estamos acostumbrado.

El encierro es una oportunidad para conocernos a nosotros mismos y a los demás, asumirnos como seres sensibles y convivir en armonía.

Di lo que sientes 

En estos tiempos, podemos descubrir el poder del lenguaje para configurar nuestra realidad interna. Aunque el abrazo es un recurso terapéutico que podemos seguir usando en el hogar, también hay otras formas de expresar lo que sentimos.

Mantener relaciones a distancia ayuda a mitigar el efecto o sensación de aislamiento, pues el lenguaje nos ayuda a expresar lo que ocurre en nuestro interior. Si no lo verbalizamos y encontramos retroalimentación en otras personas, podemos caer en ciclos negativos.