Cuidados básicos para tu piel ante el uso del cubrebocas

Realiza estos pases antes y después de utilizarlo

Redacción

Sabemos que, en estos tiempos de coronavirus, el principal accesorio de todas las personas además del gel antibacterial es el cubrebocas. Ya que desde hace unas semanas su uso se volvió obligatorio. Este medio de protección que cuida a más de uno tiene algunas desventajas, pues al utilizarlo con regularidad puede causar irritación en la piel, enrojecimiento y granos. Por ello es necesario mantener una rutina de cuidado para que tu rostro no sufra con su uso.

Lava tu cara antes de salir

Lo primero que hay que hacer antes de utilizarlo es limpiar tu piel como normalmente lo haces - con agua y jabón- esto con el fin de que no se pegue nada a la piel. Esto ayudará a evitar irritaciones en las partes que no están cubiertas como las mejillas y la mandíbula.

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Huméctala
En estos tiempos es sumamente importante no abandonar las rutinas de cuidado, como el uso de sueros por la mañana o la crema que utilizas por las noches porque eso mantendrá hidratada la piel durante el día. Pero atención, para salir se debe utilizar sólo un humectante ligero o un protector solar oil free. Ya que hay que evitar excesos de aceites que puedan adherirse a la piel. Cuanto menos pegajosa tengas la cara, mucho mejor.
No makeup
Cuantos menos productos tengas en la cara será mejor, ya que regularmente llevar mucho maquillaje hace que te toques más la cara y se debe evitar esto. Además, como sabemos el tapabocas cubrirá gran parte de nuestra cara, por ello es ideal no sumarle nada más a la piel, dándole la opción de oxigenarse lo más que pueda. Si el look de cara lavada no es para ti te recomendamos maquillar solo la parte de los ojos, para impedir tapar los poros.
Al regresar a casa

Cuando llegues a tu hogar es momento de liberar de toda la suciedad que obtuvo tu rostro durante el día. Por ello lávate bien con agua y jabón o tu limpiador favorito. Si ya no piensas volver a salir es momento de aplicar tu rutina habitual como serúm, crema hidratante de noche o algún aceite vegetal.