¿Qué sucede en el organismo cuando se deja de fumar?

¿Sabías que la práctica de fumar es responsable del 85 por ciento de casos de cáncer de pulmón?

El tabaquismo es una enfermedad adictiva, crónica y recurrente, siendo una de las principales causas de muerte en el mundo. Aproximadamente un 80 por ciento de los casos se inicia antes de los 18 años de edad produciendo dependencia a la nicotina. Sus principales manifestaciones clínicas son: trastornos cardiovasculares, trastornos respiratorios y aparición de tumores en diversas localizaciones. Si estas cansado de este hábito y has decidido dejar de fumar, te aseguramos que te sentirás mejor, tu salud y la de tu familia cambiará y dejarás de depender del tabaco. Aquí te contamos lo que le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar.

A las 24 horas

Después de un día sin fumar, se reducen bastante los niveles de monóxido de carbono en los pulmones, aumentando los niveles de oxígeno en la sangre. Además, comienza a recuperarse el olfato y la comida sabe mejor, especialmente pasados los primeros días. Los primeros días son los peores por las ganas de fumar, ya que suelen ser muy intensas y frecuentes, pero disminuyen progresivamente hasta desparecer.

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A los 2 o 3 días

El cuerpo tarda de tres a cuatro días en eliminar completamente la nicotina o sus derivados, como la cotinina. Sin embargo, otros compuestos presentes en el tabaco, como el alquitrán, se acumulan en los pulmones y pueden tardar años en desparecer del organismo.

A las 2 o 3 semanas

Fumar es una conducta aprendida que genera una dependencia social. Al abandonar el tabaco es normal que permanezcan las ganas de fumar e incluso que aparezca el llamado síndrome de abstinencia. Las características de este son: irritabilidad, ansiedad, nerviosismo y cansancio, entre otros síntomas. Puede durar de dos a tres semanas y es la principal causa de que los fumadores vuelvan a fumar.

A los 3 meses

La función pulmonar comienza a mejorar y se produce una disminución notable de la tos, congestión nasal, fatiga y sensación de falta de aire. De igual forma aumenta la elasticidad e hidratación en la piel que se había perdido a causa del tabaquismo. En estos primeros meses la nicotina, que posee la capacidad de quemar las grasas, desaparece y es probable un incremento de peso. Normalmente este se sitúa entre los tres y cinco kilos, aunque hay personas que no cogen peso y otras que engordan más de seis kilos.

Al año

Tras un año sin fumar, el riesgo de enfermedad cardiovascular disminuye hasta reducirse en un 50 por ciento. Y continúa descendiendo con el paso del tiempo, tras cinco a 15 años sin fumar, el riesgo de infarto cerebral es el mismo que el de una persona que nunca ha fumado.

De 10 años en adelante

El riesgo de cáncer de pulmón se reduce paulatinamente al dejar de fumar y después de diez años es un 30 o 50 por ciento menor.

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