¿Cómo manejar la hipersensibilidad en un niño con autismo?
Es importante aprender a tratar la hipersensibilidad sensorial de tu pequeño.
Que un niño sea autista, significa que tanto para los padres, como para sus médicos existen diferentes formas de sobrellevar y atender sus necesidades, Y es que existe una idea que es errónea, la cual tiene como base que estos pequeños están “en otro mundo”. Sin embargo, ellos perviven el mundo de una manera diferente, ya que experimentan percepciones sensoriales inusuales, es decir, un niño que padece de esto, puede oler, ver colores, formas y/o sonidos de manera diferente. Conoce cómo tratar con esto.
Diferentes sistemas perceptivos
El ser humano es capas de visualizar y percibir todas las cosas que lo rodean a través de los sentidos, es decir, el comportamiento de las personas, en parte se rige por el tacto, el gusto, el olfato, la vista y el oído. Estos sentidos llegan a cambiar en niños que padecen autismo: en lo visual, percibe partículas diminutas, no le gusta la oscuridad ni las cosas resplandecientes; en lo auditivo, se tapa los oídos, tiene el sueño muy ligero, le asustan los animales y no le gustan las tormentas; en el gusto, come poco, utiliza mucho la punta de la lengua; olfativo, no le gusta oler; en el tacto, no le gusta que lo toquen, no le gustan los zapatos y reacciona ante el frío o calor. También lee: Facilita el aprendizaje de tu hijo con autismo
Lugares con ruido
Dicho lo anterior y con base en los sentidos que tenemos, los niños que presentan autismo e hipersensibilidad, deben mantenerse alejados de los lugares con bastante ruido, ya que esto podría generarles un impacto negativo hacia su sistema. Además de que esto podría generar una distracción.
Luces fluorescentes
Este tipo de personas no van a reaccionar de la misma manera hacia las luces fluorescentes o muy brillantes, ya que para ellos ocasionará una reacción de estrés, además de evitar este tipo de iluminación, también los zumbidos de los timbres. Es preferible que en el hogar se mantengan luces led frías y con otro tipo de llamado para la puerta.
La silla del hijo
Una cosa que pareciera no tan importante a la hora de que tu hijo se siente a comer o simplemente para algún juego recreativo, es que su silla deberá ser acorde a su tamaño, es decir, cuando esté sentado sus pies deberán estar pisando el suelo y sus codos reciban el apoyo necesario para que no queden flotando, ya que esto podría generarles una ansiedad. |