En algunas ocasiones cuando nuestros hijos llegan a enojarse pueden reaccionar pegando, mordiendo o arañando a la persona que esta a su lado, no importando quien sea. Estos comportamientos se consideran normales, pues son una respuesta a la frustración que a su corta edad no sabe cómo manejar, pero no por ello, como padres no deben evitar que esta conducta se vuelva habitual. Por esta razón te damos algunos consejos para enseñarle a manejar mejor sus emociones.

No seas indiferente a sus ataques

Si muerde o pega a otro niño, debes intervenir, separarle y reprenderle por su actitud inadecuada. Es necesario que comprenda que no se debe pegar o morder porque hace daño a los demás y que debe disculparse por su comportamiento.

Ayúdalo a exponer sus emociones

Si el niño no es capaz de comunicarse con las palabras, podemos hacerlo nosotros por él preguntándole por ejemplo “estás enfadado, ¿verdad?” o “te enojaste porqué no puedes jugar con aquel juguete, ¿no?”. Así le harás saber que le entiendes y le explicarás cómo se está sintiendo. Este es un paso fundamental en la educación de las emociones.

Normaliza el cómo se siente

Debes ser capaz de hacerle vez que lo que siente no es nada extraño, que todos nos sentimos así alguna vez mediante frases como “yo a veces también me pongo triste o me enfado”.