México afronta el final de los estímulos con un crecimiento mediocre

Esa es la cantidad de puestos de trabajo que el Gobierno mexicano dice que se han recuperado desde que comenzaron las restricciones

Según las últimas declaraciones del Gobierno mexicano la economía nacional ya está prácticamente al cien por cien de su capacidad anterior al coronavirus, algo que explica el comienzo del fin de los estímulos que el Banco Central ha comenzado a implementar subiendo los tipos de interés, lo cual se hace para bajar o al menos tratar de controlar la inflación, ya que subir los tipos de interés supone aumentar el coste del dinero que el emisor presta al sistema bancario del país, el que a su vez es el encargado de repartirlo mediante créditos, etc., etc.

Y es que la economía mexicana, latinoamericana, y en definitiva mundial, han vivido durante más de un año estimuladas por la mayoría de los gobiernos -de hecho en EEUU la masa total de dólares ha crecido a una velocidad nunca vista en la historia reciente-, pero esto no podía durar para siempre, y una vez la situación sanitaria se va estabilizando era inevitable que las ayudas públicas y las políticas de tipos de intereses bajos dejarán paso a la ortodoxia económica.

Más de doce millones de puestos desde el comienzo de las restricciones

Esa es la cantidad de puestos de trabajo que el Gobierno mexicano dice que se han recuperado desde que comenzaron las restricciones, cuando de pronto la economía del país y de Latinoamérica sufrieron un cerrojazo prácticamente total, dejando que siguieran funcionando tan sólo los empleos esenciales como el personal de los mercados, transportistas, sanitarios o policías.

A pesar de ello la economía sumergida en México es muy elevada, y según algunas estimaciones cerca de la mitad de los trabajadores y el equivalente a una cuarta parte del PIB se encuentra directamente relacionado con la economía informal y al quedar por debajo del radar de las autoridades e implicar muchas veces a los más desfavorecidos es muy difícil que la recuperación les alcance en la misma medida que a los trabajadores “legales”.

Por otra parte el peso mexicano ha sabido resistir el embate de la crisis con mucha mayor entereza que otras divisas latinoamericanas y por ejemplo en el trading del mercado del forex las posiciones abiertas utilizando el par dólar/peso mexicano podrían ser tanto en corto como en largo dependiendo de la situación, mientras que utilizando el peso argentino difícilmente su cotización podría tomar una senda alcista. En cualquier caso operar utilizando sólo divisas razonablemente estables no hace del trading una práctica menos arriesgada, ya que el dinero invertido siempre está en riesgo, mayor o menor dependiendo del tipo de inversión, y uno de esos factores de riesgo en el trading online reside en el apalancamiento que se utiliza.

Creciendo por debajo de la media

Lo primero que hay que destacar es que ninguna de las estimaciones de crecimiento consideran que Latinoamérica vaya a recuperar en el 2021 todo el PIB que se perdió en el 2020, lo que necesariamente va a dar como resultado que los niveles de pobreza van a aumentar por lo menos durante un tiempo, de hecho la comisión de la ONU que se encarga del área de Latinoamérica y del Caribe cree que el PIB de la región va a crecer un 5,2 por ciento, un crecimiento considerable en un año normal pero muy pobre si se tiene en cuenta el desplome del año anterior.

El documento de la organización internacional hace especial hincapié en la necesidad de crear algún tipo de renta de emergencia que ayude a paliar las peores consecuencias económicas de la pandemia o asumir que los niveles de pobreza extrema van a volver a registros no vistos desde hace décadas, lo que da cuenta de lo frágil del crecimiento en Latinoamérica, que por ineficiencias en la inversión y baja productividad -entre otros factores- no ha sabido crear un entramado que sostenga el estado de bienestar en épocas de crisis severas como la actual.

Además el crecimiento de los países latinoamericanos será desigual, cebándose en los países que ya venían arrastrando un crecimiento pobre o directamente estaban en recesión, siendo incluso más grave en los colectivos que más sufren las crisis en estados con asistencia social pobre, a saber; mujeres, tercera edad y menores de edad, además de aumentar el riesgo de conflictos, tanto internos como entre distintos países, como desgraciadamente tantas veces nos ha demostrado la historia reciente. Es por ello que se debe buscar una salida de la crisis colectiva, por el bien de los de arriba, los del medio y los de abajo.

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