Jueves 30 Junio 2016

El precio promedio de una taza de café en el país es igual a 2 kilos de café cereza cosechado en las laderas del cerro Cozoltépetl, en la Sierra Norte de Puebla, a donde no llegan apoyos institucionales, pero sí las consecuencias de las variaciones del se fija en las bolsas de Nueva York y Londres.

En la temporada de siembra 2015-2016 el kilo de café cereza en esta zona se pagó entre 6 y 7 pesos, 2 pesos más barato que en la cosecha pasada, y de acuerdo con jornaleros indígenas no les queda más que aceptar, pues es la principal actividad económica.

La merma de 2 pesos afecta, primero, a los bolsillos de los pequeños productores independientes que venden su café cereza, y a los productores que se han agrupado para ganar un poco más al transformarlo, mediante un proceso de secado, en café pergamino.

En esta región 192 productores se agruparon para constituir la Empresa Integradora Cuenca del Cozoltépetl SA de CV, donde buscar erradicar intermediarios; sin embargo terminaron por vender gran parte de su producto a Agroindustrias Unidas de México (Amsa), que ha monopolizado la producción y el mercado de café en Chiapas, Veracruz y Puebla.

Los productores aseguran que gran parte de su café de altura se va para Veracruz, en especial a Córdoba donde se oferta como producto con denominación de origen.

Demetrio Ronquillo Bonilla, presidente en turno de la agrupación, define a la Integradoracomo una empresa de productores, pero "más bien de soñadores", quienes buscan que crezca al grado de tener una marca propia y concentre desde el jornalero que se alquila por cortar la cereza hasta cuando la tasa de café se sirva en la mesa.

En una de sus reuniones mensuales, los socios de la integradora fijaron el precio del pergamino, que hasta ahora es su producto final en 38 pesos, también dos puntos debajo de 2015. El quintal (Qq), como se le conoce a los costales de café de poco más de 50 kilos, se paga en 2 mil 100 pesos y también fueron 200 pesos abajo del precio de 2015.

Pero para lograr un Qq de pergamino, los productores ocupan entre 250 y 300 kilos de café cereza, por lo cual la ganancia entre el kilo de cereza y el Qq es apenas de entre 300 y 400 pesos, los cuales vuelven a invertir en su empresa.

Cálculos de los productores de la cuenca del Cozoltépetl refieren que su promedio de producción anual es de 7 mil quintales al año, pero en su corte de abril de 2016 llevaban mil 500 comercializados.

La caída en el precio, consideran, es por la sobreproducción de Brasil y Colombia, que incide en la bolsa de Nueva York y desde ahí a su bolsillo.

 

La roya

Para abonar a la mala situación en el precio del café, en la temporada pasada y aún en la actual, llegó la plaga de la roya. Por fortuna y por estar en sembradíos de altura, el viento y la lluvia se llevaron gran parte de la plaga. Aun así, le pegópor lo menos a un 20 por ciento a la producción anual de esta región.

Rosendo Gómez, encargado de 1 de los 5 acopios de cereza y transformación en pergamino, explicó que desde hace dos años se sabía de la roya y que afectaba de manera principal en las zonas más bajas y calurosas.

Fue a finales de 2015 cuando pegó y todavía se pueden apreciar plantas con la enfermedad amarilla. Es así que en esta temporada los volúmenes de transformación, de acopio y de comercio fue menor, dijo Rosendo.

 

Vivir del café

Huitzilan de Serdán es 1 de los 5 municipios más pobres del estado, desde hace 32 años es gobernado por el movimiento Antorcha Campesina. Y a pesar de existir por lo menos 500 caficultores en la demarcación, el municipio no figura dentro de los cinco principales productores considerados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa): Hueytamalco, Xicotepec, Cuetzalan del Progreso, Zihuateutla y San Sebastián Tlacotepec.

En Huitzilan la producción genera al menos 10 mil empleos directos y es a los cortadores de la cereza a los que más les ha golpeado la caída del precio.

Los socios de la Integradora tienen en conjunto 500 hectáreas, en cada una trabajan en promedio 20 personas que realizan el corte de la cereza de diciembre a abril.

De acuerdo con Ángel Hernández, uno más de los socios, los propietarios de la tierra pagan 2 pesos por kilo durante los primeros cortes y 3 pesos en la última ronda de corte, cuando las cerezas están más arriba.

Cuando hay necesidad, dice Ángel, hay familias que vienen a cortar y logran hasta 100 kilos entre todos, un adulto con experiencia corta entre 30 y 40 kilos en una canasta que bajan del cerro para llevarla al productor.

Pero el corte es una vez a la semana y sólo durante cinco meses, el resto del año los cortadores y productores podan, abonan, fertilizan y fumigan las plantas para que sea una buena cosecha en los meses venideros.

 

Sin apoyo institucional

De los 192 productores de la empresa integradora, sólo 55 de ellos están en el Padrón Nacional Cafetalero que mantiene la Sagarpa, aunque en entrevista colectiva denunciaron que desde hace tres años no les han llegado los apoyos para renovación de plantíos y fertilizar los existentes.

Estar fuera del Padrón margina a los caficultores de cualquier tipo de beneficio que ayude a mejorar su producción, y para estar dentro del censo se requiere tenencia de la tierra, último pago predial y estar al corriente ante la Secretaríade Hacienda y Crédito Público (SHCP).

La mayoría de estos trámites burocráticos se realizan en el primer nivel de gobierno, el municipio, pero al no formar parte del movimiento antorchista son relegados de cualquier papeleo.

En el caso del gobierno del estado, contó el líder de la Integradora en la reuniónde mayo, sólo un caficultor se anotópara ser beneficiario con un mototractor, pues por la inclinación de la tierra el automotor no resulta funcional. Después de cuatro años de papeleo, en abril llegó el tractor justo en el marco del arranque de campaña para gobernador.

A pesar del este panorama, los jornaleros del Cozoltépetl están dispuestos a continuar y mejorar sus procesos para que tanto sus cerezas, como el pergamino sea más limpio y después, con más recursos, incursionar en el tostado y molido.

Sin embargo, el pasado mes de abril, la delegación en Puebla de la Sagarpa recomendó a los caficultores dejar el aromático y cambiar a la nuez de macadamia pues está "considerada como una de las principales opciones en la reconversión productiva para las zonas cafetaleras, lo que permitiría mejorar los ingresos de los productores del aromático en esta región".