Al menos 23 madres que cumplen una condena en Puebla debieron criar a sus hijos en los Centros de Reinserción Social (Cereso) durante el primer trimestre de este 2018, en el que destacó la presencia de familias en el penal de San Miguel, al contar con el mayor número de casos en la entidad.

El portal de transparencia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reveló que, entre enero y marzo de este año, contabilizaron 17 mujeres internas que están junto a sus hijos tras las rejas en el Cereso de San Miguel, lo que significó que una cárcel albergó casi el 74 por ciento de todas las madres prisioneras en el estado.

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El 16 de junio de 2016, la Cámara de Diputados aprobó la Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP), con la que se agregó la figura de las mujeres internas que son madres, determinándose que podrán criar a sus hijos hasta la edad de 3 años, a menos que tengan una discapacidad, sólo así podrán ampliar el plazo.

La legislación vigente para madres con hijos en cárceles detalló que, si bien estarán juntos por tres años, durante el periodo que compartan tendrán que cursar su educación inicial, dispondrán de atención pediátrica para los menores, a la par que se supervisará que cuente con una dieta que permita su desarrollo.

También la LNEP señaló que, de negarse la madre que atraviesa por una condena a quedarse con la custodia de su hijo en el Cereso, la autoridad penitenciara deberá de trasladarlo a la dependencia de asistencia social responsable, donde se harán todos los trámites, sobre su futuro.

Dentro del listado que transparentó la SSP, durante el primer trimestre de este año precisó que las madres del Cereso de San Miguel se caracterizaron por contar con una edad de entre los 22 a los 52 años, de las cuales, sus hijos tuvieron menos de 3 años, salvo por una niña que estaba próxima a cumplir los 7 años.

Por debajo de San Miguel, el segundo Cereso con más madres condenadas a criar a sus menores fue el de Huauchinango, donde se tuvieron tres casos, lo que arrojó que concentró el 13 por ciento de todas las crianzas hechas tras las rejas en toda la entidad poblana.

Las madres del Cereso de Huauchinango contaron con una edad entre los 38 a los 41 años, de los cuales, dos fueron niñas y un varón, los que estaban bajo la custodia de internas, que contaron con una edad que osciló menor a los 3 años; seguido, los registros más bajos de menores en cárceles fueron en Cholula y Tecamachalco.

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El Cereso de Cholula cerró el primer trimestre de 2018 con dos madres, tanto de 20 como 28 años, respectivamente, que criaron a sus hijos en prisión; mientras que la cárcel de Tecamachalco tuvo el registro más bajo en Puebla, al sólo contar con una joven de 19 años que se quedó con la custodia de un varón de 18 días.