Usó Moreno Valle pretexto para construir el Museo Internacional del Barroco
El gobernador Rafael Moreno Valle usó como pretexto la condición de Puebla como Patrimonio de la Humanidad para construir el Museo Internacional del Barroco
El Gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas usó como pretexto la declaratoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a favor de Puebla como Patrimonio de la Humanidad para construir el Museo Internacional del Barroco (MIB) en Angelópolis. En el proyecto gubernamental que dio origen al inmueble se ofrecieron dos propuestas a la administración estatal, una de ellas consistente en adecuar espacios existentes en el Centro Histórico de la capital poblana. Según el informe de la compañía Farey Asesoría y Construcción SC, el plan B, como se le identificó, implicaba habilitar los museos de la Catedral Metropolitana de Puebla, Museo de Arte Virreinal, el de Santa Mónica y el de Arte Popular Religioso Poblano, a cargo de la UPAEP. Sin embargo, Moreno Valle descartó esa alternativa apoyado por los argumentos vertidos en el proyecto, expuestos en el diagnóstico que solicitó el gobierno de Guillermo Pacheco Pulido sobre las obras del sexenio panista. “El Centro Histórico de la ciudad de Puebla cuenta con una Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, lo cual exige la aplicación de una normativa que limita o restringe la ampliación o adecuación de los edificios actuales entre los existentes iglesias y exconventos.” “Por esto, la opción B es técnicamente no viable”, se concluyó en el proyecto que tuvo Moreno Valle en sus manos, para dar paso al MIB. En el mismo documento se sostuvo que la infraestructura del Centro Histórico estaba sobresaturada para la recepción de los diversos públicos que pretendían captar para que visitaran el museo. “Conviene técnicamente, además, que el inmueble esté apartado de ruidos, de contaminaciones visuales y sonoras, etc.”, se argumentó. En cambio, a favor del MIB se registró que el gobierno del estado contaba ya con una superficie de cinco hectáreas en la zona de mayor desarrollo de la ciudad, en alusión al predio que en su momento se denominó Valle Fantástico y que autoridades priistas entregaron en donación onerosa al empresario Ricardo Henaine Mezher. Según un avalúo bancario, el costo del terreno ascendió a 230 millones de pesos y su ubicación resultaba potencial, ya que, se justificó, recibía aproximadamente a 7 millones de clientes anualmente.
De acuerdo con un cuadro comparativo que se difundió en el diagnóstico entregado a la Secretaría de Infraestructura, el MIB representaba una obra en 17 mil metros cuadrados contra 13 mil 150 metros cuadrados de los espacios museísticos disponibles en el Centro, con opción a habilitar. Lee la investigación completa
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