Fuente de los Muñecos, una trágica historia

Los hijos de un caballerango eran inseparables. Una tarde ambos niños salieron a pasear, pero jamás volvieron a su hogar

Fuente de los Muñecos, una trágica historia
Cortesía Fuente de los Muñecos, una trágica historia

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Memorias del Crimen

En el Barrio Xonaca, uno de los muchos barrios de la ciudad de Puebla, hay una peculiar fuente con dos niños, para algunos, es una simple decoración, para otros es una fuente extraña pues aseguran hay una trágica historia.

Bajo este memorial, se recuerda el relato que asegura que entre los años 1937 y 1941, el entonces gobernador Maximino Ávila Camacho decidió reedificar su finca La Candelaria.

En el entonces el llamado Barrio de los Catrines, donde era reconstruida la casa, era vigilada por un caballerango quien vivía con sus dos hijos, una niña de 6 y un niño de 7 años.

Un día, los infantes salieron con camino a la escuela; sin embargo, una tormenta se desató aquel día, el caos se soltó por las calles inundadas y entre el pánico los niños se perdieron entre las aguas. Los vecinos buscaron en lo que hoy conocemos como la 22 Oriente y la 18 Norte, pero no hubo rastro de ellos.

Se rumora, que alguien vio cómo los hermanos caían al pozo de agua junto a la casa de Ávila Camacho; no obstante, los cuerpos jamás fueron encontrados. Tras enterarse el gobernador,éste ordenó que se construyera una fuente con un piso de talavera en honor a ellos.

Desde la construcción de aquella fuente, los lugareños aseveran que se puede escuchar a los niños reír y jugar en las calles del barrio por las noches, otros mencionan haberlos visto caminar juntos por las calles mientras llovía