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Redacción


Febrero 20, 2012
Ángel Soriano  Veda electoral Los consejeros electorales carecen de representatividad para impedir la libre expresión del pueblo de México precisamente cuando se trata de la renovación de los poderes constitucionales de la Nación, en la que todos los ciudadanos estamos obligados a participar por encima de cualquier reglamentación secundaria. No es posible que partidos, candidatos y ciudadanos estén sujetos a las decisiones de un grupo de ciudadanos privilegiados con altos salarios y poderes meta constitucionales quienes deciden si fulano puede hablar o no, y si tal medio tiene derecho a dar espacio o no al aspirante a un cargo de elección popular, y si se puede o no imprimir y repartir propaganda. Resulta absurdo tanto para organizaciones civiles, partidos, asociaciones diversas y candidatos que se espere decisiones de personajes relevantes pero carentes de criterio que imponen “vedas” o “periodos de silencio”, o “inter campañas” como si la lucha política o por el poder tuviera necesidad de recurrir a iluminados para pedirles permiso si pueden convocar a sus fans a votar por ello o abstenerse de hacerlo. La presión de la campaña electoral en pleno auge obligará, necesariamente, a hacer a un lado las absurdas disposiciones –infantiles o de verdadera cerrazón- de los consejeros electorales del IFE que, por lo demás, deberían aportar sus conocimientos, si es que los tienen, de manera gratuita al pueblo de México y no asignarse cuantiosos emolumentos cuando todo el mundo observa la miseria de la sierra tarahumara. No es posible que en plena crisis, partidos y autoridades electorales derrochen enormes sumas en un proceso electoral limitado. Unos pegan propaganda y otros la quitan. ¿es válido tirar el dinero de ¡esta forma?. ¿ Acaso la actividad política es un barril sin fondo?- Debe haber orden y reglas claras del juego, pero sin caer en excesos y situaciones verdaderamente absurdas. TURBULENCIAS Partidos a modo a intereses particulares Los partidos que en alguna ocasión fueron de oposición, resultan un cómodo trampolín para políticos que tienen décadas de vivir del presupuesto. Si son echados del PRI se van al PAN, si son del PAN se van al PRD o al PT, o viceversa, ante la mirada estupefacta de los electores que han caído en cuenta que no hay principios, ideología, defensa de la camiseta o de las convicciones, sino es el interés personal o faccioso de grupos de presión que se reparten posiciones lo mismo en el Congreso de la Unión que en los tres niveles de Gobierno. Así, por ejemplo, Manuel J. Clouthier Jr se va del PAN al PRD como Manuel Bartlet hace lo propio del PRI al PT luego de haber sido dos veces secretario de Estado, senador y dirigente del PRI, o que empresarios regiomontanos que dieron su apoyo a Andrés Manuel López Obrador recibirán su cuota con candidaturas a diputados federales, de tal manera que queda claro que la clase política le encontró la cuadratura al círculo para continuar en el presupuesto por la vía del partido que le rente sus siglas. La política electoral es una de las industrias con mayor rentabilidad en el país y una de las principales generadoras de empleo y de utilización de recursos líquidos, como lo demostró el gobernador veracruzano Javier Duarte, pues pese a que no ha pagado a sus proveedores, el carnaval jarocho no deslució en nada. Es más, si siquiera se acordaron del dinero decomisado por la PGR, salvo los funcionarios involucrados en el ilícito… www.revista-brecha.com [email protected]
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