Arango pelea su mansión de La Vista

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Redacción


Marzo 21, 2012
Carlos Gómez Alfredo Arango García le tiene un cariño muy especial a su residencia de 18 millones de pesos ubicada en la calle Vista Ángel número 1907 del exclusivo fraccionamiento La Vista Country Club y por eso promovió un amparo para que el procurador General de Justicia, Víctor Carrancá, se la devuelva. Desde su prisión en el penal de San Miguel, el ex secretario de Salud se puso valiente y mandó a sus abogados este martes a promover el juicio de amparo 515 / 2012 en el Juzgado Cuarto de Distrito para arrebatar de las manos del procurador su tan añorada mansión. Y digo que tiene un cariño muy especial por ese inmueble porque en su demanda de amparo no pelea ninguno de los otros 19 inmuebles que le fueron decomisados cuando la PGJ lo acusó del delito de enriquecimiento ilícito y el Juzgado Primero de lo Penal liberó la orden de aprehensión. Curiosamente los policías del procurador lo detuvieron en la residencia de La Vista que ahora peleará con uñas y dientes. Qué pasará por la mente de Alfredo Arango para pensar que un juez federal le dará la razón y de un manotazo en la mesa pondrá de rodillas al procurador, Víctor Carrancá, para que le regrese su mansión de 18 millones de pesos. Le dará miedo a Alfredo Arango que algún día salga de prisión y se percate que no tiene ya ninguno de sus 20 inmuebles y en especial su lujosa residencia de La Vista. Es quizá que a Alfredo Arango le aterra saberse otra vez un miembro más de la clase media. O peor aún, meterse a las filas de los millones de pobres de este país y estado. Sin duda que la vida de ricos que gozaron los marinistas durante 9 años (tres años en el Ayuntamiento y 6 en el gobierno estatal) no regresarán jamás y eso los tiene aterrados. No se entiende de otra forma que desde su pobre prisión Alfredo Arango se haya puesto valiente y quiera conservar su humilde “casita” de 18 millones de pesos. Alfredo Arango debe extrañar infinitamente la lujosa entrada de La Vista y su portentosa residencia y cuando tiene que entrar en su paupérrima celda de seguro se deprime y por eso no quiere perder su mansión. No hay mayor explicación a la nueva acción legal emprendida por el único marinista que está preso. El miedo a la pobreza es muy grande. Y sus pesadillas van en aumento. Su nuevo amparo simplemente refleja desesperación de un marinista por saberse pobre otra vez. ¿Me equivoco? Pues bienvenido al club de los asalariados. ** ** ** [email protected] @gomezcarlos79
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