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Redacción


Enero 07, 2013
Ángel Soriano MORENA y la Ley Este día el presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Martí Batres, notificará al IFE su intención de convertirse en partido en tanto el máximo dirigente nacional, Andrés Manuel López Obrador se “afilará” mañana en el zócalo e hizo un llamado a los mexicanos a hacer lo propio al señalar que su partido reúne todas las bondades del mundo, razones suficientes para convertirse en militantes. Sin duda son buenas intenciones, sólo que López Obrador y sus correligionarios tendrán que apegarse a la Ley y a las instituciones vigentes en nuestro país –las mismas que en un arrebato electoral las mandó al diablo- para poder recibir financiamiento y estar en condiciones de participar en los procesos electorales que se avecinan en varias entidades de la República y ganar posiciones políticas y administrativas. De no ceñirse a la legalidad, la misma que ha sido rechazada de manera sistemática por el tabasqueño, no hay futuro. El sistema castiga a los partidos, y en especial a la disidencia, con auditorías y sanciones drásticas cuando violan las disposiciones electorales o no reúnen los requisitos indispensables para participar en elecciones, por lo cual López Obrador y sus seguidores tendrán que ajustarse a las reglas del juego si es que desea sobrevivir en el mercado electoral. Igual como ocurre en el PAN, la mayor parte de los ciudadanos mexicanos no se afilian a un partido sólo por el hecho de simpatizar con un caudillo, sino se afilian en función de sus intereses, como una garantía para acceder al poder y obtener sus privilegios; así se interpreta el apoyo de intelectuales y empresarios que creyeron en el espejismo que significó el tabasqueño en la contienda del 2012, pero hoy quisiéramos verlos en la plaza pública afiliándose al nuevo partido y realizando talacha para posicionarse en el electorado dentro de seis años. Mientras Acción Nacional va en picada –igual suerte correrá el PRD de cuajar el proyecto del derrotado candidato presidencial de una parte de la izquierda-, los que aun tienen la esperanza de que López Obrador llegue a la Presidencia de la República seguramente continuarán la tarea, en tanto ha quedado demostrado que sólo la alianza entre los grupos más poderosos de este país –sindicatos-empresarios- es posible llegar al poder para seguir conservando intereses de grupo o de facción, de lo contrario, las calles son muy amplias para las marchas y manifestaciones. Mañana el mismo Martí Batres dará a conocer los mecanismos de financiamientos del nuevo proyecto político y seguramente la vía más segura es la del obtener un porcentaje de los emolumentos que reciben los legisladores que llegaron al Congreso de la Unión o los congresos locales a través de AMLO, lo mismo que diputados locales y regidores, ingresos que de ninguna manera son independientes, sino forman parte de los recursos del Estado. Sin los recursos del Estado, por la vía de los salarios a funcionarios públicos en distintos niveles, las tesorerías estatales o municipales, no puede sobrevivir ningún proyecto o empresa pública; no hay ni habrá independencia plena de las actividades públicas sin el financiamiento y visto bueno de la Ley y de las instituciones, por lo que el tabasqueño tendrá que rectificar y adherirse a la Ley si es que desea tener futuro político. La militancia, a menos que se haga un milagro, no costeará por sí misma sus nuevos recorridos políticos. Necesariamente, el financiamiento vendrá del gobierno. www.revista-brecha.com [email protected]
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