BREGANDO

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Redacción


Febrero 12, 2013
Jaime Oaxaca Oxígeno para Mario Es evidente que todas las tardes son importantes para los diestros cuando torean en la plaza México, sin embargo, la corrida 18 del presente serial en el coso capitalino, tenía un especial significado para Mario Aguilar, prácticamente se jugaba su futuro. Sucede que Mario es parte de aquella tercia de la escuela de Tauromagia que se presentó en la plaza México el 3 de septiembre del ya lejano 2006. De los tres, Mario fue considerado como el torero de la clase, el del arte, hasta una faena de dos orejas tuvo en aquella temporada de novilladas en el coso más grande del mundo. Continuó su carrera novilleril, se fue con sus compañeros a España, regresó a México a tomar la alternativa, ceremonia que aconteció en su natal Aguascalientes en noviembre de 2009, el doctorado fue con un novillo de la dehesa de Bernaldo de Quirós debido a que su padrino fue Castella, un tramposo torero francés. Confirmó en La México con otro bernaldito, ahora lo apadrinó El Juli. Salvo guardar la fecha de la efemérides no pasó nada con el hidrocálido. Inclusive cortó una orejita en la plaza México la temporada pasada, sólo que no convenció a nadie. Mario se fue apagando poco a poco. Esta temporada actuó en la 8ª. pero le tocó en (mala) suerte un novillote de Marrón, la gente le chilló todo el tiempo y no lo dejaron hacer nada, consecuencia de lidiar animales sin trapío en la capital del país. Con el segundo de esa tarde pasó inadvertido. Así que la situación de Mario era delicada. Otro asunto es que sus dos compañeros de escuela taurina lo han ido dejando atrás, por algún motivo que el joven Mario Alberto García Tabares de 22 años de edad y 3 de alternativa sabrá, las cosas no salían bien para su carrera, se le notaba apático, desmotivado, los detalles frente a los toros no eran suficientes, se requería de una faena trascendental Así que la penúltima del serial era de gran importancia para Mario, se jugaba mucho de su futuro profesional. Llegó a la plaza México con un vestido rosa con bordados áureos, salió con un premio que mucho le ayudará. La oreja que le cortó al primero de su lote fue importante no sólo por lo tangible, sino la forma en que la obtuvo. Mario Aguilar realizó una faena interesante, corta, pero bien estructurada, una tanda en los medios de inicio, luego unas cuatro o cinco tandas, con muletazos largos, echando el trapo hacia delante, tirando del toro y bajando la mano llevando muy toreado a su enemigo. “Cardicito”, que así se llamaba el buen toro, se le rajó, Mario no lo pensó mucho y fue por uvas, metió bien la espada la gente solicitó la oreja. El juez Jorge Ramos no dudó en otorgarla. No hubo ni una sola protesta. El de Agüitas dio la vuelta al ruedo devolviendo prendas, pero jamás soltó la oreja, sabía perfectamente lo que significa, seguramente Mario la guardará por lo mucho que representa para su carrera. Mario Aguilar se suma a los chavales que siguen sacando la cabeza, la peluda es oxígeno para Mario.
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