DE FRENTE Y DE PERFIL

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Redacción


Febrero 12, 2013
Ramón Zurita Sahagún El recuerdo de Colosio Luis Donaldo Colosio tiene dos fechas conmemorativas en el año: la de su natalicio y la de su asesinato. Ambas pasaron a formar parte del calendario de actividades del partido en que militó, con sendos actos de recuerdos. El pasado domingo se recordó la fecha de nacimiento del sonorense que fue postulado candidato a la Presidencia de la República y se convirtió en el primer candidato surgido de ese partido que no alcanzó la victoria en las urnas. Claro que lo de Colosio no fue por una derrota en las urnas, sino por un disparo en la cabeza que truncó su vida y muchas ilusiones. Lo de su crimen dejó muchas dudas sobre la autoría intelectual, la forma en que se fraguó y si solamente participó el asesino material. El asesinato del favorito de las encuestas provocó muchos desajustes que derivaron en fugas de capital, quebranto financiero, pero fueron el germen que dio paso a la alternancia. Todavía el candidato priista sustituto, Ernesto Zedillo Ponce de León, ganó con gran amplitud la elección de ese año, más que nada por la indignación ciudadana ante el cobarde acto que segó la vida de Luis Donaldo. Nadie puede decir que Zedillo movía multitudes o que generaba simpatías tantas que llevaron a su arrollador triunfo. Colosio hubiese cumplido 63 años el pasado domingo y de no atravesarse un revólver asesino, su mandato habría terminado a los 50 años de edad. La historia política del sonorense tiene muchos bemoles, ya que muchos consideran que su gobierno estaría lleno de compromisos por su relación con Carlos Salinas de Gortari y el grupo dominante de aquellos años, pero otros precisan que su discurso del 6 de marzo de 1994 era el preámbulo de un cambio total y rompimiento con el grupo presidencial de aquel entonces. La realidad es que nadie puede adivinar lo que habría sucedido en ese sexenio – de no ocurrir su asesinato- si Luis Donaldo ganaba los comicios. Ya se existían visos de la pérdida del poder por parte de los priistas, ya que tres gobiernos estatales se encontraban en manos opositoras, los tres adjudicados al récord del propio Colosio, ya que Baja California fue la primera entidad perdida por los tricolores, Guanajuato, fue parte de lo que se dio por llamar concertacesión y Chihuahua cumplió con su destino manifiesto seis años después de lo previsto. Otros dos, San Luis Potosí y Michoacán, fueron parte también de los acuerdos entre el partido gobernante y los principales opositores, aunque seguían gobernados por el PRI. Esas eran las condiciones electorales, antes del asesinato de Colosio, por lo que se consideraba que el país se encontraba en condiciones difíciles, provocadas, además, por el alzamiento en Chiapas y la inconformidad de Manuel Camacho Solís por la propia candidatura de Colosio. Se creía, hasta entonces, que Carlos Salinas de Gortari, tenía un férreo control de la economía y de la política y que nada se movía, sin su consentimiento. Luego del crimen de Luis Donaldo, se comprobó que parte de aquello era mentira. La insubordinación del grupo camachista, la escasa información sobre el alzamiento en Chiapas (algunas versiones establecen que si estaba enterado del EZLN) y una economía prendida de alfileres. Hasta antes del 23 de marzo se restaba preocupación por esos temas. Camacho parecía haber aceptado la decisión de su partido a favor de Colosio y hasta había negociado con él, unas horas antes del asesinato. Los zapatistas estaban confinados en su propio territorio y aunque habían declarado la guerra al gobierno mexicano, nada había pasado luego de los enfrentamientos de los primeros días de enero. En cuestión económica se creía que avanzábamos con pasos firmes al despegue internacional. Todos esos proyectos se desvanecieron poco a poco, luego del incidente de Lomas Taurinas. Luis Donaldo Colosio fue el primer candidato presidencial del PRI que no llegó a la ruta trazada de la Presidencia de la República y que marcó el inicio de la debacle del partido tricolor. Después de ello vendrían las sonoras derrotas electorales de Francisco Labastida Ochoa y Roberto Madrazo Pintado en los procesos electorales de los años 2000 y 2006, respectivamente, con el ya señalado triunfo de Ernesto Zedillo Ponce de León, generado por lo que entonces se llamó el voto del miedo. Ahora, pocos días antes de cumplirse 19 años del crimen de Luis Donaldo Colosio, su partido sigue rindiéndole homenajes y hasta su principal fundación lleva su nombre, aunque todavía se mantienen dudas que no han sido despejadas sobre lo ocurrido en torno a su asesinato. El oportunismo de Fox Vicente Fox Quesada continúa ávido de reflectores, por lo que aprovecha la presencia de estos a la menor provocación. El ex presidente de la república se mantiene vigente, mediante declaraciones que intentan polarizar dentro y fuera del partido en que militó. Fox aceptó que ya no milita en el partido blanquiazul, aunque su corazón sigue latiendo de ese lado. El ex presidente se lanzó en contra de las alianzas entre el partido que lo postuló como candidato y los organismos de izquierda, tal y como está planeado para los procesos electorales del 2013, aduciendo que son como el agua y el aceite. Tal vez tenga razón el desmemoriado Fox, pero debe recordar que para su triunfo electoral contribuyó en gran forma el Partido Verde, mismo que ya mostraba desde entonces su adicción al poder y hacer coaliciones de las que obtenía ganancias sustanciosas. BENEDICTO XVI Decisión histórica la del Papa Benedicto XVI, renunciar a su papado es una determinación valiente que hay que analizar a consciencia. Email: [email protected] Email: [email protected]
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