Viernes 09 de Agosto de 2013

Ramón Zurita Sahagún

 ¿Quién gobierna? 

La nueva mecánica diseñada en Michoacán, conlleva la presencia de mayores efectivos militares y policíacos y una mayor presencia del gobierno federal en una entidad convulsionada por la violencia. Un gobernador ausente y un interino copado, son parte de la radiografía que se advierte en esa entidad, dominada en algunas de sus regiones por los grupos delincuenciales. Los esfuerzos que se realizan para el rescate de Michoacán son amplios y no se vinculan solamente al presente sexenio, sino que datan de la administración sexenal pasada. En ese lapso, los resultados son magros, ni el pasado ni el presente régimen han podido contener la fuerza de los grupos vinculados al crimen organizado, ni mucho abatir la violencia. La nueva operación diseñada por el gobierno federal tiende a lo mismo, rescatar el estado de las garras de los grupos delincuenciales, aunque no hay plazos establecidos para ello. Hace seis años, la administración presidencial de Felipe Calderón Hinojosa inició su batalla contra el crimen organizado, tomando como centro de experimentación el estado nativo del Ejecutivo federal. Se desplazaron grandes contingentes de fuerzas castrenses, primero fue el Ejército, más tarde la Marina y siempre los cuerpos policíacos federales. El resultado fue desastroso, el número de víctimas es incontable -hasta la fecha- y la violencia continúa y el crimen domina todavía amplias regiones del estado. La diferencia entre el pasado y el presente es que antes existía un gobierno sólido, encabezado por Leonel Godoy Rangel, electo en las urnas y considerado -en aquel entonces- uno de los puntales de la izquierda, representada por el PRD. En la actualidad las cosas son distintas, la ciudadanía optó por una persona y gobierna otra, manteniéndose una serie de indefiniciones que el gobierno federal intenta subsanar. Fausto Vallejo Figueroa se mantiene ausente, luego de medio administrar el estado por menos de un año de los cuatro para los que fue electo, por lo que ante tanta incertidumbre intervino el gobierno de la república, para intentar proporcionar tranquilidad política a la entidad. La ausencia de Fausto provocó que los grupos políticos y los partidos que representan iniciaran la búsqueda de otros caminos para solventar la crisis. El gobernador interino, Jesús Reyna buscó por todos los medios posibles afianzarse como Ejecutivo estatal, aunque no podía, ya que se encontraba rodeado de políticos que no le eran afines, por lo que urgió a la intervención del gobierno federal. Sin el control político de la entidad y atado de manos para operar el gobernador interino, los grupos delincuenciales no desaprovecharon la ocasión para manifestarse y lo hicieron ruidosamente. De esa forma, la violencia y los delitos se intensificaron, ante el vacío de poder y la indefinición del propio gobierno federal para intervenir y poner orden en el estado. La nueva licencia solicitada por seis meses por el gobernador Fausto Vallejo fue el punto de quiebre que se requería, por lo que decidió darle total respaldo al gobernador interno Reyna y dotarlo de los argumentos y armas necesarios para pacificar la entidad. Fueron enviados una nueva dotación de efectivos, los que lógicamente, no se pondrían a las órdenes del gobernador, ya que seguirían las instrucciones que reciben desde la ciudad de México. Sin embargo, eso hizo renacer la confianza de los ciudadanos hacia sus autoridades, aunque los resultados tardarán en llegar, ya que el dominio pleno de los grupos delincuenciales será difícil de erradicar, principalmente en las zonas en que alcanzaron dominio pleno. La tarea emprendida por el gobierno federal es difícil y tiene sus bemoles, ya que es cierto que en los sitios en los que se mantienen activos, baja el índice de violencia, mientras se encuentren la zona, pero también es cierto que al marcharse se reanuda y todo queda igual. Michoacán es hoy, como lo fue ayer, centro de experimentación del gobierno federal, en busca de erradicar la violencia y terminar con los grupos delincuenciales que asolan esa región. Sin embargo, mientras dura el experimento los que pagan las consecuencias son los ciudadanos, ya que las decisiones de militares y policías afectan la vida cotidiana y repercute en los habitantes de la población, los que ya no saben que es mejor si estar bajo el dominio de la delincuencia o de los grupos militarizados y policíacos. La especie de toque de queda que se decreta en esos poblados afecta la vida comunitaria y la presencia de los grupos armados que pretenden enfrentar a los grupos delincuenciales son también parte de esta contingencia que se vive en esta y otras entidades. Pero algo que preocupa a los habitantes de Michoacán es que, con todo y la ayuda que proporciona el gobierno federal, quién gobierna el estado y qué pasará al cumplirse los seis meses de la nueva licencia pedida por Fausto Vallejo y si son ciertas las versiones que hablan sobre el deterioro de la salud del gobernador con licencia. Lo que pasará en el futuro no se puede adivinar, pero si se deben tomar ciertas previsiones sobre el futuro del estado y del gobierno estatal.

Peña activo

Sumamente activo salió el presidente Enrique Peña Nieto de la operación quirúrgica que le fue practica la semana pasada. El presidente retomó su ritmo de trabajo y prepara ya el Primer Informe de Gobierno que será enviado al Congreso de la Unión el próximo primero de septiembre. Peña Nieto muestra buen estado de salud y que se encuentra totalmente recuperado de ese problema de salud que ya fue superado. Es por eso que se encuentra en la recopilación toda la información que contendrá el documento que enviará para su análisis a los diputados.

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