CUESTIÓN DE GÉNERO
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN La renovación de nueve gubernaturas el próximo año se convierte en una gran oportunidad para que los partidos políticos contendientes muestren voluntad para postular en ellas a mujeres con posibilidades de triunfo. Son muchos los años transcurridos desde que en 1979, Griselda Álvarez Ponce de León, se convirtió en la primera mujer que gobernó un estado del país. Desde entonces pocas han sido las mujeres que lograron gobernar un estado del país, por la vía del sufragio, aunque otras lo lograron en calidad de interinas o sustitutas. Solamente, Beatriz Paredes, Tlaxcala; Amalia García Medina, Zacatecas e Ivonne Ortega Pacheco, Yucatán, consiguieron para sus respectivos partidos, gobernar por medio del voto. Otras más lo hicieron por la vía del relevo ocasionado por la licencia de los gobernantes en funciones. Tales fueron los casos de Dulce María Sauri, Yucatán y Rosario Robles Berlanga, Distrito Federal. Como se advierte el grupo de mujeres gobernadoras es sumamente reducido, desde que hace 35 años asumió la primera de ella como gobernante. En ese lapso, un número similar de mujeres han sido postuladas como candidatas a gobernadoras, aunque con pocas posibilidades de triunfo, con la excepción de Margarita Ortega, Baja California y Luisa María Calderón, que fueron consideradas como favoritas y perdieron en las urnas. Las otras, han sido postuladas por sus respectivos partidos, sabedores de que las posibilidades de triunfo eran escasas. En estos años recientes las cosas han cambiado, aparentemente, y la obligación que tienen los partidos de cumplir con la equidad de género, abre la oportunidad para que más mujeres se integren a las candidaturas a gobernadoras, con amplias posibilidades de ganar con el sufragio universal. Para los priistas que regresaron como partido gobernante durante el proceso electoral federal del pasado dos mil 12, la oportunidad es singular, toda vez que en esta ocasión cuenta con una amplia opción para postular a un importante número de mujeres, por lo que habrá que esperar para ver cuál es su propuesta al respecto. De los nueve gobierno en disputa, el partido tricolor tiene candidatas competitivas en varios estados, como son Nuevo León, Campeche, Guerrero e Hidalgo. En el primero de los mencionados, la dupla de senadoras Cristina Díaz Salazar y Marcela Guerra, representan una buena opción y amplias posibilidades de triunfo, aunque frente a ellas tendrán al secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, exdiputado federal un par de ocasiones, exsubsecretario de Turismo y catalogado como uno de los personajes claves dentro del gabinete presidencial. Por ser Nuevo León un estado empresarial, las características de Guajardo se enfocan más a la posibilidad de la candidatura del partido tricolor, pero la hoy dirigente del sector popular del PRI, se muestra como una buena opción y la combativa senadora Guerra buscará también dicha nominación, aunque con menores posibilidades de alcanzarla. Campeche es un estado con predominancia priista, donde el partido tricolor solamente perdió la capital estatal en una ocasión y en dos o tres más Ciudad del Carmen, bastión petrolero, pero el estado jamás lo ha perdido ni en lo referente a las senadurías, mucho menos en el gobierno estatal. Los priistas cuentan en esta entidad con dos mujeres bien posicionadas, por lo que podrían ser una buena opción como candidata alguna de ellas. Se trata de la alcaldesa de la capital del estado, Ana Martha Escalante, exdiputada local, con buena presencia y reconocida por la gestión que realiza desde el Ayuntamiento y perteneciente a una familia vinculad a las ramas empresarial y política. También se muestra con posibilidades la actual encargada del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, Araceli Escalante, dos veces diputada federal una más senadora, exdiputada local y exalcaldesa de Ciudad del Carmen, la principal población del estado. Ana Martha y Araceli, cualquiera de ellas, tendría que desbancar a quien partió como favorito para la sucesión de Fernando Ortega, el hoy diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas. Guerrero es una entidad con amplias posibilidades para que el PRI presente a una mujer como su candidata al gobierno estatal. Claudia Ruiz Salinas, secretaria de Turismo, es su mejor opción, hasta el momento, aunque en detrimento de ella se encuentra que nunca ha ganado una elección. Apenas en 2012 perdió la elección para senadora por esa entidad. Las dos ocasiones en que ha fungido como diputada federal lo consiguió por la vía de la representación proporcional. Hidalgo es otro de los estados en que una mujer podría resultar ungida por el PRI como su candidata, al contar con dos féminas con carrera política cimentada en la entidad. Nuvia Magdalena Mayorga, directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, quien cuneta en su expediente con un paso por la Cámara de Diputados, donde presidió la Comisión de Presupuesto y antes fungió como secretaria de Finanzas del gobierno de Hidalgo, es una de las opciones y Alma Carolina Viggiano Austria, directora del Conafe y dos veces diputada federal, una más diputada local, además de una gran participación en el gobierno estatal de Hidalgo. Las posibilidades de ambas son reales, aunque enfrente tienen dos oponentes del género masculino con sólidas carreras, como son los casos de los senadores Omar Fayad y David Penchyna, ambos con dos pasos por la Cámara de Diputados federal y con una amplia carrera en cargos estatales. Estas son las mujeres con mayores posibilidades de integrarse al selecto grupo de gobernadoras priistas que fueron electas en las urnas y que no superan el número de tres en los últimos 35 años. Email: [email protected] Email: [email protected] |
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