La línea débil del PRI

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Redacción


Enero 29, 2014
Carlos Gómez Hoy que la secretaria General del CEN del PRI, Ivonne Ortega, volverá al territorio poblano encontrará un partido más débil y dividido del que ella dejó en julio del 2013. En teoría, Ivonne Ortega viene a establecer una “línea dura” contra el gobernador Rafael Moreno Valle con el nombramiento de su delegado regional del CEN, René Cisneros. Y sigue la versión de que Fidel Herrera será el delegado del CEN en Puebla. En tanto que en el Congreso se espera que Víctor Giorgana asuma una posición más crítica porque en los primeros días como coordinador de legisladores locales se mostró tibio ante la figura del mandatario. En el Cabildo de Puebla Iván Galindo será designado como coordinador de sus compañeros con la finalidad de ser un verdadero opositor y dolor de cabeza del presidente municipal electo, Antonio Gali Fayad. En el Comité Directivo Municipal se encomendará a Ambrosio Corona que sea más crítico y realmente asuma el papel de líder municipal de los priistas porque Claudia Hernández jamás tomó las riendas del partido y prácticamente lo hundió en una interminable crisis. Y quizá hoy mismo se ratifique a Alberto Jiménez Merino como el sustituto de Pablo Fernández del Campo para que pueda incorporarse a la estrategia de la “línea dura” de Ivonne Ortega. En el papel ese será el equipo comandado por Ivonne Ortega y su fracasado grupo de operadores conocido como los “yucas” para enfrentar a una verdadera maquinaria política encabezada por Rafael Moreno Valle. Lo que Ivonne Ortega olvida es que el PRI de Puebla está más dividido y débil y ella es corresponsable de tan deplorable situación. En el Comité Directivo Estatal siguen las deudas de salarios y prestaciones a sus trabajadores. En el Comité Directivo Municipal prácticamente las oficinas están vacías y no tienen dinero ni para pagar a tiempo los recibos de la luz y el teléfono. Las delegaciones federales están llenas de panistas que vigilan detenidamente los movimientos de los priistas y sus operadores por lo que no pueden mover ni un lápiz. Los delegados federales son verdaderos fantasmas políticos y no suman nada a la causa de su partido. Es evidente que existe un abandono económico y político del Comité Ejecutivo Nacional y del Gobierno Federal hacia los priistas poblanos. ¿Con qué armas políticas mandará Ivonne Ortega a los priistas poblanos a una guerra contra Rafael Moreno Valle? Sólo harán otro ridículo. Lo peor del caso es que los priistas locales perdieron la fe en su secretaria general, en César Camacho y Enrique Peña Nieto. Los priistas siguen sentados en espera del apoyo federal, lo hacen desde el 2013. Así que la “línea dura” de Ivonne Ortega se quedará en un frustrado intento por revivir al PRI de Puebla. El morenovallismo es una máquina que funciona de manera eficaz y eficiente y no le costará trabajo aplastar la rebelión de los caídos. La “línea dura” de la secretaria General del PRI será sólo de saliva. Será tan débil que se quebrará al primer manotazo del mandatario. ** ** ** [email protected] @gomezcarlos79
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