Desde la administración anterior no se arregló la avería en los canales que conducen el vital líquido, reveló edil Alina FERNÁNDEZ Corresponsal El agua rodada proveniente de la montaña La Malintzi se esta ocupando sólo 30 por ciento, ya que debido al rompimiento de los canales no permite que en el encauzamiento continúe con su camino para llegar a la tubería de agua potable que llega al municipio, así lo dio a conocer el edil de Ixtenco, Renato Sánchez Rojas. Lamentó que la avería que se hizo en los canales que conducen el vital líquido ha hecho que se tenga un escurrimiento, por lo que esto es desde la administración anterior que no arregló la problemática, y esta desperdiciando este recurso natural. Asimismo, señaló que el primer proyecto de obra pública es el encauzamiento del agua rodada para que no se desperdicie y se pueda aprovechar al 100 por ciento para que sea ocupada por la población de Ixtenco. Ante el rumor que el agua rodada sólo se usa para los sanitarios de las escuelas, lo desmintió, y señaló que el agua rodada se junta con el depósito de agua potable, por lo que es utilizada para todas las necesidades que los habitantes. Líquido pierde propiedades Cabe destacar que el agua rodada clara y natural al fundirse con el agua potable pierde sus propiedades cristalinas, ya que pasa a ser procesada por la clorización. Asimismo, el funcionario municipal explicó que se están pagando 90 mil pesos ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por la bomba de agua, por lo que se está sufragando esta cantidad para tener un mejor servicio del vital líquido. Es así como a pesar de que varios habitantes no están de acuerdo con que se pierdan las propiedades del agua rodada y la puedan utilizar como en Zitlaltepec, no han podido hacer nada para defender que se siga abasteciendo de este líquido sin ser mezclada y procesada. Y es que hoy en día el abastecimiento de agua rodada quedó en la historia, las conchitas que están en el municipio, sólo se mantienen como un recuerdo del patrimonio histórico de este municipio otomí, así lo dijo el cronista de este lugar Mateo Cajero Velázquez. |