EXPRESIDENTES

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Redacción


Febrero 17, 2014
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN Una feria de movimientos recientes efectuados por cuatro de los cinco expresidentes de la República vivos, deja ver que aquellas lecciones del pasado quedaron en el olvido. Era regla general, en el pasado no muy lejano, que los expresidentes de México se alejaban sin más de la actividad política al momento mismo en que terminaban su administración. Hoy, las cosas son diferentes, los expresidentes se mantienen más activos que nunca y hasta buscan influir en las decisiones de gobierno. El inusitado activismo de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, contrasta notablemente con el ausentismo de Luis Echeverría Álvarez, quien además de no sacar la cabeza, su avanzada edad lo mantiene recluido en su casa. Echeverría es de los políticos del pasado, los que fueron rebasados por la tecnocracia, pero además trae una carga fuerte con los sucesos del dos de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971 que provocaron su arraigo domiciliario. Sin embargo los restantes cuatro han realizado una serie de movimientos que dejan en claro su interés por que sus opiniones sean tomadas en cuenta o, incluso, para aceptar cargos dentro de la administración pública. Por supuesto que ninguno de los cuatro expresidentes necesita dinero para vivir, ya que cuentan con elevadas pensiones que les aseguran el sustento, además de que la mayoría de ellos son asesores de diferente tipo. De Vicente Fox se conoce su singular forma de entrarle a todos los temas y de ser uno de los principales promotores de la legalización y producción de la mariguana, entre otras drogas. Su reducto del pintoresco pueblo de San Francisco del Rincón, Guanajuato, es usado como sede de reuniones de todo tipo, desde la de respaldo a cualquier tipo de iniciativas, pasando por las sociales y las de enseñanza. La moción de la despenalización de la mariguana es ahora apoyada, desde otra óptica, por el también expresidente Ernesto Zedillo, quien con otros exmandatarios latinoamericanos envió una felicitación al jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera por ser uno de los impulsores de la legalización de dicha droga en la capital del país. Resulta extraño que Zedillo que ha preferido mantenerse ajeno a los temas políticos nacionales decida ahora intervenir en algunos asuntos, pero también llama la atención que habiendo decidido vivir en el extranjero, por sus múltiples trabajos, decida realizar una celebración familiar en uno de los restaurantes típicos de los políticos. En el caso de Vicente Fox su afán de protagonismo lo lleva a incursionar con mucha regularidad en los temas a discusión dentro el ámbito político ya hasta organizar frecuentemente reuniones de todo tipo en su reducto guanajuatense. Carlos Salinas, quien medía bien los tiempos para dar sus entrevistas y conferencias de prensa, irrumpe nuevamente con una de ellas, en la que se sacude nuevamente la pesada carga económica dejada por su gobierno, defiende los avances conseguidos durante su administración y se lanza, de nueva cuenta, contra sus adversarios políticos. Las declaraciones de Salinas de Gortari reavivaron el avispero político y no fue muy lejos por las respuestas, surgidas de diversos ámbitos. El expresidente Salinas reabrió la herida que no alcanza a cicatrizar sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio y revivió la pugna que sostiene desde 1995 con el también expresidente Ernesto Zedillo. Felipe Calderón Hinojosa es el cuarto expresidente con interese políticos, ya que su mandato es que más recientemente concluyó. Apenas el miércoles, Calderón Hinojosa presentó la Fundación Desarrollo Humano Sustentable, la que sirvió de pretexto para reunir a parte de su gabinete y otros panistas distinguidos. De Calderón se afirma que es quien mueve las redes de poder del grupo que, supuestamente, encabeza su exsecretario de Hacienda y hoy senador Ernesto Cordero Arroyo, enfrentado con el grupo del dirigente nacional panista Gustavo E. Madero Muñoz. Dentro de la disputa de los espacios políticos por parte de los expresidentes y mostrar que todavía cuentan con músculo político, tres de ellos, Salinas, Fox y Calderón, son los más propensos a buscar la atención en forma mediática y mostrar que todavía continúan como personajes con cierto grado de influencia. Claro que en México son muchos los que levantan las cejas cada ocasión que uno de ellos aparece en escena, pero fuera del territorio nacional, los expresidentes mexicanos son visto con cierto grado de respeto, tal vez por desconocer las cargas, culpas y responsabilidades que acarrea cada uno de ellos y que buscan descargar, endosando responsabilidades a sus respectivos sucesores. FAUSTO Contra viento y marea, Fausto Vallejo Figueroa llegó a su segundo informe de gobierno, el que, se asegura, será clave, para marcar la ruta que seguirá el gobernante michoacano. La administración de Vallejo Figueroa es sui géneris, ya que de esos dos años de gobierno, la mitad del tiempo tuvo que dejar el gobierno en otras manos, ocasionado por las recaídas de su enfermedad. Sin embargo, cuando recuperó algo de salud se animó nuevamente a intentar tomar las riendas del poder, encontrándose con distintos obstáculos, provocados por la presencia del crimen organizado, por lo que la federación entró al quite, tomando el control de la administración estatal. La tarea de Vallejo Figueroa ha sido de las más difíciles, ya que los grupos políticos poderosos han sido un lastre que frena sus intentos por asumir el control político, lo que provoca el desconcierto en el estado. Veremos qué es lo que ofrece Fausto en su segundo informe o si, como aseguran algunos, por fin se decide a solicitar otra licencia del cargo. Email: [email protected]
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