PULSO POLÍTICO

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Redacción


Marzo 20, 2014
FRANCISCO CÁRDENAS CRUZ   L12: rueda primera cabeza Rodó la primera cabeza en el escandaloso caso de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo, ahora llamada “Línea Atorada”: fue la de Enrique Horcasitas Manjarrez, quien era director del Proyecto Metro Distrito Federal, al que el titular del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, removió ayer de ese cargo. A su cuidadoso estilo, el gobernante declaró que esa decisión fue “para permitir una investigación transparente” sobre las fallas técnicas que obligaron al cierre de la mitad de estaciones aun cuando lo cierto es que es consecuencia de ese problema que desde hace una semana dejó sin servicio a 435 mil usuarios y cuya reparación durará varios meses. Horas antes, Horcasitas Manjarrez, al igual que Joel Ortega, director del Metro, fueron citados a comparecer ante la Comisión del Distrito Federal de la Cámara de Diputados para que expliquen las razones de esas fallas que ambos atribuyeron al consorcio de empresas que construyeron esa línea –ICA, Alstom y Carso- y que éste reviró responsabilizándolos de haber cambiado el diseño original de los trenes que resultaron incompatibles con los rieles que se instalaron. En ese reparto de culpas estaban cuando Mancera anunció la remoción del encargado del Proyecto Metro Distrito Federal y, a querer o no, puso en capilla a quien está al frente del STC de la ciudad de México, que se ha pasado una semana tratando de convencer que él es ajeno a todo lo que llevó al cierre de 11 de las 20 estaciones de la Línea 12. Para su mala suerte, los responsables del consorcio constructor revelaron que tanto Horcasitas Manjarrez como Ortega, firmaron el documento de entrega de la obra, lista para ser puesta en marcha y que fue la falta de mantenimiento que hubo posteriormente, lo que causó el deterioro de la mitad de la misma, sobre todo en las pronunciadas curvas en los tramos elevados de la hoy rebautizada por el ingenio popular como la “Línea Atorada”. A eso se aunó la denuncia que un grupo de diputados del PRI presentó en la PGR para que se realice una investigación exhaustiva sobre las causas por las cuales las autoridades del Metro decidieron la suspensión de operaciones en la mitad de la línea, se deslinden responsabilidades y se proceda penalmente contra quienes hayan incurrido en ellas por el cuantioso daño económico y dejar sin transporte a cientos de miles de usuarios. Lo que tendrá que aclararse es por qué se decidió el cambio de diseño de los trenes –que finalmente fueron rentados, no comprados- al inicialmente aprobado al arranque de la obra, a sabiendas que serían incompatibles con los rieles y que más pronto que tarde, en apenas 17 meses, obligaron a la suspensión del servicio, lo que además de un diario caos vial al sur de la ciudad mañana a mañana provoca, de airadas quejas, un sinfín de insultos a las autoridades del actual gobierno capitalino y, por supuesto, al que anteriormente encabezó Marcelo Ebrard, que es el que está ubicado en el ojo del huracán de indignadas protestas por parte de quienes no conciben que una obra tan costosa y de relumbrón, de la que tanto presumió, al asegurar que era la mejor línea del Metro, no sólo de México sino de Latinoamérica, hoy funcione a medias y que la pifia se intente suplir con centenares de camiones de transporte público que han resultado insuficientes para atender las necesidades de casi medio millón de personas. Por lo pronto, la de Horcasitas Manjarrez es la primera de las varias cabezas que seguramente tendrán que caer ante un caso como éste, en el que presumiblemente hubo no sólo fallas técnicas e irresponsabilidad sino diversos ilícitos que deben ser castigados y a los que otros funcionarios, como el director del Metro y varios de sus colaboradores, no son ajenos al no cumplir con las tareas de mantenimiento en la Línea 12. [email protected] @MXPulsoPolitico
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