DE FRENTE Y DE PERFIL

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Redacción


Enero 20, 2015

RAMÓN ZURITA SAHAGÚN

 

Michoacán, todos quieren

Michoacán es, a diferencia de Guerrero, un estado en que todos los partidos quieren gobernar, sin importar los graves problemas que enfrenta y que permitieron que desde el gobierno federal se tomaran la mayor parte de las decisiones correspondientes a las autoridades locales.

La violencia e inseguridad continúan en algunas regiones de la entidad, especialmente la llamada Tierra Caliente, donde permea el miedo y se mantienen vivos los grupos delincuenciales.

Hace cuatro años, en ocasión de los comicios estatales, se mantuvo la sospecha de que los grupos del crimen organizado revolotearon alrededor de los candidatos y sus campañas y, en algún caso, hasta se entrevistaron con representantes de los candidatos.

Como resultado de aquel proceso electoral, Jesús Reyna García, ex gobernador interino de Michoacán se encuentra internado en un penal federal de alta seguridad.

De ahí que el proceso electoral en Michoacán será observado con lupa y los movimientos de los candidatos y sus partidos seguidos paso a paso, para evitar sean contaminados por la presencia de los grupos delincuenciales.

Comentábamos que a diferencia de Guerrero, en Michoacán no hay grupos de poder que se opongan a la realización de los comicios, aunque como en la vecina entidad, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantiene su coto y hace abrumadora mayoría en el magisterio sindicalizado.

Por eso el tránsito de los partidos para la postulación de sus candidatos ha sido, de alguna forma, terso.

Dos de los tres principales partidos (PAN y PRI) ya definieron los nombres de sus candidatos y el tercero (PRD) lo tiene ya seleccionado.

Los pronósticos acerca de los resultados electorales advierten de unos comicios sumamente disputados, en que cada uno de los candidatos y sus respectivos partidos deberán hacer planteamientos concretos y viables para convencer al electorado de que sufraguen por ellos.

Dos de los tres candidatos que competirán en este proceso electoral del 7 de junio ya lo hicieron en los anteriores comicios, donde no les fue muy bien, ya que se ubicaron en segundo y tercer lugar de la contienda.

Hace cuatro años (el período de gobierno fue recortado para homologar los comicios estatales con los federales), Luis María Calderón Hinojosa, la abanderada panista de aquella ocasión y la misma que competirá en esta, partió como favorita para convertirse en la primera gobernadora de esa entidad.

Contaba con amplia popularidad, recursos suficientes y con un hermano menor como Presidente de la República y fue rebasada y derrotada claramente por el abanderado priista, Fausto Vallejo Figueroa.

Luis María se quejó en ese entonces, lo sigue haciendo, de negociaciones oscuras entre el partido ganador los grupos delincuenciales, aunque alguno de esos cabecillas señaló que la panista buscó acercamiento con ellos, lo que fue desmentido por la propia Calderón Hinojosa.

En esta su segunda incursión como candidata, las condiciones no serán las mismas, aunque podrían obrar a favor de su candidatura los acontecimientos sucedidos durante el gobierno priista de Fausto Vallejo que llevó a la cárcel a su secretario de Gobierno y coordinador de su campaña electoral y a uno de sus hijos, Rodrigo.

Silvano Aureoles Conejo, será por segunda vez el candidato del Partido de la Revolución Democrática.

En su primera incursión como abanderado del partido del sol azteca no le fu nada bien, ya que fue relegado a un lejano tercer lugar en el proceso electoral, en que su partido era el gobernante en el estado, por segunda administración consecutiva.

Durante los cuatro años que lo separan de aquella primera aventura, Aureoles Conejo pulió sus técnicas y tácticas, amplió su círculo de relaciones y alcanzó niveles insospechados.

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