DE FRENTE Y DE PERFIL

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Redacción


Marzo 20, 2015
Saltimbanquis políticos Habituados como estamos a que los personajes de la política sean de convicciones sumamente flexibles, cada proceso electoral se presentan cambios de chaqueta que sorprenden, en algunos casos, y otros no tanto. Los políticos buscan, dicen, servir a la sociedad, por lo que buscan siempre acomodo, sin importar el espacio en que lo consigan. Sorpresivo fue en el pasado que el hijo (Cuauhtémoc Cárdenas) de un expresidente de la República (Lázaro Cárdenas) se postulara como candidato por un partido ajeno en el que militó siempre su padre. También llamó la atención que expresidentes nacionales de los partidos políticos mudaran sus convicciones hacia otro lado. Porfirio Muñoz Ledo (presidió el PRI y luego el PRD) inició ese éxodo, luego le siguieron Roberto Robles Garnica (regresó al PRI, después de presidir el PRD) Rosario Robles Garnica (presidió el PRD y se volvió simpatizante priista), Andrés Manuel López Obrador (presidió el PRI en Tabasco, el PRD a nivel nacional y es el fundador de Morena). También se presentó (y se presenta) el fenómeno de que hijos de dirigentes partidistas muden su interés político hacia otros partidos distintos a los que presidieron sus padres. Federico Madrazo Rojas (hijo de Roberto Madrazo), tiene a su cargo el Partido Verde en Tabasco y será candidato a diputado federal; la hija de Rosario Robles es candidata priista a una diputación (ya lo fue hace tres años y perdió), Layda Sansores, hija de Carlos Sansores, renunció al PRI, pasó al PRD y ahora milita en Morena; Manuel Velasco Coello es militante del Verde, mientras su abuelo y padre fueron destacados priistas e incluso su abuelo gobernó el mismo estado que ahora administra su nieto. Alejandro Encinas Nájera, hijo del exjefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez (militante distinguido del PSUM, PMS y PRD), es candidato a diputado por el Movimiento Ciudadano. Alejandro del Mazo Maza, hijo del exgobernador Alfredo del Mazo, es militante del verde y ya fue diputado. Claro que los hijos no tienen por qué seguir el camino de los padres, pero en política se estila de esa forma, para asegurar los espacios que, lamentablemente para ellos, no son heredables. El trapecio es uno de los métodos tradicionales de los políticos, los que recurren al mismo, para pasar de un cargo de elección popular a otro, sea de nivel federal, estatal y hasta municipal. Pero el cambio de casaca, se conoce en el medio político como chaquetero, a quien lo practica. Hay casos de personajes que han brincado por cuanto partido político exista. Porfirio Muñoz Ledo es uno de los más clásicos, fue militante priista, perredista, parmista y mantuvo simpatías con el Partido del Trabajo y ahora es candidato de Morena. Otro más es Ricardo Monreal Ávila, diputado y senador por el PRI, gobernador y senador por el PRD, coordinador de los senadores del partido del Trabajo, coordinador de los diputados del Movimiento Ciudadano y hoy candidato a jefe delegacional en Cuauhtémoc por Morena. Marcelo Ebrard Casaubón no se queda rezagado en ese terreno: militante priista, diputado del Verde, candidato del Centro Democrático, jefe de Gobierno del Distrito Federal por el PRD y ahora candidato a diputado federal por el Movimiento Ciudadano. Claro que entre los actuales gobernadores se encuentran varios que militaban en un partido y lo abandonaron para alcanzar su propósito personal de gobernar la entidad en que viven. Gabino Cué Monteagudo, gobernador de Oaxaca, fue priista, pero ahora milita en Movimiento Ciudadano y fue avalado por una gran alianza de partido conformada por Acción Nacional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y Nueva Alianza. [email protected] [email protected]
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