CONTRASTES

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Redacción


Marzo 27, 2015
El falso debate de las alcantarillas sin tapa La trágica muerte del joven tlaxcalteca Omar Naylor Hernández abrió un extraño debate en redes sociales sobre el peligro real que implican las decenas de alcantarillas que no tienen tapaderas. En el caso particular del lamentable suceso en el que Omar Naylor Hernández perdió la vida ya está en curso una demanda penal contra quien resulte responsable en la Procuraduría General de Justicia del estado de Puebla. Y la Secretaría de Infraestructura abrió un expediente contra la empresa Demovial para determinar si tiene alguna responsabilidad por la alcantarilla que no tenía tapa y en la cual cayó el joven tlaxcalteca. Todo esto resulta un falso debate. Se imagina usted el número de alcantarillas sin tapa que existen en toda la entidad. Y el número de accidentes que ocurren por la falta de tapaderas de metal. Obviamente las empresas las colocan y son robadas. ¿Y si en lugar de investigar si las empresas las colocan o no, se inicia un operativo en todos aquellos negocios en donde compran y venden fierro? Sería más lógico implementar los operativos en esos negocios para detectar las posibles tapaderas de las alcantarillas robadas. Es algo similar a lo que ocurre en las casas de empeño. Durante mucho tiempo las casas de empeño recibieron aparatos electrodomésticos sin factura y probablemente robados. Varias casas de empeño fueron cerradas porque los ladrones veían una oportunidad de obtener dinero por los aparatos robados. Y las casas de empeño obtenían ganancias importantes porque los ladrones empeñaban las prendas robadas a un bajo precio y eran rematadas. Lo mismo ocurre en los negocios donde compran fierro por kilogramo. Ahí debe llevar este debate sobre la falta de tapaderas en las alcantarillas y el riesgo que representan. Cada año cientos de automóviles se dañan por la falta de tapaderas y nadie se hace responsable. Algunas personas han sufrido accidentes aún en las calles del primer cuadro de la ciudad por la falta de esas tapaderas o el mal estado de las mismas. El origen del problema es que las tapaderas son objeto de robo para venderlas en negocios que todo mundo conoce. Entonces es positivo que se investigue a la empresa. Y si en verdad no colocó la tapadera en la que cayó el joven estudiante originario de Tlaxcala debe ser sancionada. Pero ¿qué pasará con todos aquellos accidentes que ocurren en las alcantarillas de Puebla? Mejor que busquen el destino de esas tapaderas. Seguramente se inhibiría en alguna medida este tipo de robo. [email protected] @gomezcarlos79
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