CONTRASTES
Prostitución en el penal de San Miguel Debido al periodo de la Semana Santa pasó casi desapercibido el Informe Especial sobre las Mujeres Privadas de la Libertad en los centros de reclusión de la República Mexicana, presentado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en el que se revela la existencia de denuncias de prostitución en el penal de San Miguel en Puebla. Además se alerta que en los penales ubicados en los municipios de San Pedro Cholula y Tehuacán, las internas han reportado que son víctimas de diversas vejaciones. Dichas vejaciones incluyen casos de golpes, maltrato físico y psicológico. El estudio se realizó en febrero y marzo del 2014 con la visita de personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a 77 de los 102 penales del país en donde se encuentran mujeres recluidas acusadas de diversos delitos. El personal de la CNDH realizó encuestas de manera anónima entre las internas visitadas en los penales y detectó que existe maltrato físico y psicológico, amenazas, golpes, humillaciones, tratos discriminatorios y algunas son obligadas a prostituirse dentro del penal por parte del personal directivo, técnico o de custodia de las mismas prisiones. Esta es la realidad que viven las mujeres internas en el país. Y como ya se dijo en el caso del penal ubicado en el municipio de Puebla la situación es grave. Las encuestas anónimas realizadas en el penal de San Miguel revelan que existen casos de prostitución obligada de internas al interior de la prisión. Sin duda que el secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, está obligado a responder por las recomendaciones realizadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. El secretario de Seguridad debe realizar una investigación a fondo para corregir esas graves anomalías y castigar al personal que está involucrado en la prostitución obligada de internas en el penal de Puebla. Además de que el alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa, también debe responder por las vejaciones que reportaron las reclusas del penal. No hay que olvidar que durante varias semanas se denunció que reclusas de origen colombiano eran obligadas a prostituirse en el penal de Cholula; sin embargo, no se acreditó tal irregularidad. En el caso de Tehuacán la situación es similar y la alcaldesa debe actuar en consecuencia. Es necesario corregir esas graves fallas. Sin duda que los maltratos a las mujeres y la prostitución de las mismas apenas son un pequeño ejemplo de todas las anomalías que ocurren en los penales de la entidad. La problemática es mayor. *** Debido al periodo vacacional la columna Contrastes se publicará el próximo lunes 6 de abril. Disfrute sus vacaciones. [email protected] @gomezcarlos79 |
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