Cuba: la derrota final de Fidel Castro
Carlos Ramírez Luego de ir hasta el extremo de hacer constitucionalmente irreversible el modelo comunista económico de Cuba, los hermanos Castro regresaron el reloj a 1961 con la aceptación de las exigencias que implicará que el american way of life o modo de vida estadunidense sea la esperanza de bienestar de los cubanos. Luego de cincuenta y cuatro años de buscar el ideal comunista en el Camelot tropical rompiendo con las leyes históricas del marxismo, los Castro ven en EU la última posibilidad para tener una salida no conflictiva del poder. Durante más de medio siglo los Castro convirtieron a Washington en su némesis de existencia pero ahora el acercamiento a Obama como el presidente del imperio aparece como la última oportunidad para que Cuba regrese paulatinamente al capitalismo. Muy a su estilo de torceduras de interpretación dialéctica, el comandante Raúl Castro y heredero de Fidel calificó a Obama de “hombre honesto” y evitó mañosamente calificar al sistema productivo estadunidense como para dejar sentado que la alianza de Cuba es con el presidente que abandonará el poder el próximo año, aunque en la realidad la reanudación de relaciones diplomáticas será entre el régimen comunista-capitalista de los Castro con el capitalismo de Washington. Ahí se localiza la primera concesión ideológica de los Castro al sustituir la dialéctica del desarrollo histórico de los sistemas basados en el modo de producción y no en la buena voluntad de los gobernantes. En la realidad, el sistema productivo estadunidense que represente el espacio de acción de Obama se va a aplicar a Cuba: 1.- El paraguas geoestratégico de Washington en una de sus zonas más sensibles de seguridad: el Atlántico donde sigue operando la doctrina de seguridad nacional militar-ideológica de la OTAN. 2.- Los compromisos de EE.UU. en la nueva fase de la guerra fría con la Rusia de Putin y sus ambiciones de reconstruir el imperio soviético. La Habana tendrá que definirse en materia de seguridad en el diferendo de Washington con el Medio Oriente y con Rusia. 3.- La Habana de los hermanos Castro, en este contexto, regresará al área de seguridad del capitalismo estadunidense justo cuando Washington comenzará a recuperar el control político de la región iberoamericana por la presencia activa de Venezuela, Irán y China. 4.- Cuba tendrá que pronunciarse sobre la Doctrina Estrada que ha aplicado Washington desde la fase expansionista de 1823 y resumida en la frase que dice: “américa para los americanos”. El mero acercamiento de La Habana a Washington estableció la sumisión cubana a los intereses geoestratégicos y de seguridad nacional de EU. 5.- El principio fundamental de seguridad nacional de EU se localiza en la lucha contra el terrorismo de los musulmanes extremistas. Por derivación de las relaciones, La Habana de los Castro tendrá que avalar este enfoque estratégico. En este contexto, la Cuba de los Castro en realidad no necesitaba de ninguna vinculación con los intereses exteriores de EU, por lo que queda entonces la interpretación de que Cuba finalmente estaría aceptando su propio 1989 o el derrumbamiento del Muro de Caña de Azúcar. Es la hora en que los hermanos Castro no les han explicado a los cubanos las razones del reencuentro con Washington, dejando la idea de que todo regresará a lo de antes. Al final del día, el modelo económico de EU que acudirá al rescate de Cuba es exactamente el mismo que existió en enero 1961 cuando Fidel Castro declaró el socialismo para Cuba y en abril de 1961 cuando el gobierno de Kennedy impulsó la invasión anticastrista de Bahía de Cochinos. Por eso ha quedado la certeza de que perdió Fidel Castro y ganó Washington porque las guerras políticas son de largo plazo. [email protected] @carlosramirezh |
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