Encuestas

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Redacción


Abril 16, 2015
Ramón Zurita Sahagún Dos de los más recientes procesos electorales masivos celebrados en México dejaron en claro la inconsistencia de las cifras arrojadas por las encuestas, por lo que las casas dedicadas a estas tareas bajaron su perfil. En 2010 en ocasión de los comicios estatales para gobernador en una docena de estados, las casas encuestadoras difundieron una serie de cifras que difirieron de las reales dejadas en las urnas. Hubo grandes equivocaciones, en aquel entonces, como en Puebla, Sinaloa y Oaxaca, donde una semana antes se daba el triunfo a los candidatos del PRI y resultaron ganadores los abanderados de las coaliciones formadas por izquierda (PRD) y derecha (PAN), además de otros números distantes de la realidad. Los errores continuaron en 2012, en ocasión del proceso electoral federal, donde se eligió al nuevo presidente de México. Fueron largos meses en que el actual Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto fue situado en los cuernos de la luna, con ventajas de dos dígitos sobre su principal adversario, Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo a esas cifras, la diferencia entre el uno y los otros sería abismal, lo que no se plasmó en el terreno de los hechos. Todavía el día de los comicios salieron algunas casas encuestadoras dando cifras similares, que no fueron confirmadas por las autoridades electorales. En unas ganaba (como lo hizo) el PRI-Verde con su candidato Enrique Peña Nieto hasta por más de diez puntos porcentuales, con un alto 42 por ciento de los sufragios emitidos, cuando en la realidad el porcentaje registrado fue de 38 puntos y poco más de 19 millones de votos a su favor. Para muchos fue un tremendo ridículo el realizado por las casas encuestadoras que intentaron justificar sus cifras, alegando que el ciudadano mexicano es hermético y trata de engañar en sus propósitos electorales. Sin embargo, tres años más tarde (2015), las mismas encuestadoras asoman gentilmente la cabeza, para pasar lista de presente, con números que, para muchos, no cuadran en torno a los vaticinios electorales. La elección de 2015 (7 de junio) será la primera en que participan tres nuevos partidos políticos y siete que ya compitieron en el pasado. Será una competencia cerrada, según pronósticos, que no encuestas, en las que el voto será disputado a grado extremo. De acuerdo con esos vaticinios, los dos principales partidos en busca del respaldo del electorado son el Revolucionario Institucional y Acción Nacional, relegando a la disputa del tercero hasta el quinto lugar al de la Revolución Democrática, Movimiento de Regeneración Nacional y Verde. Eso es en la búsqueda del respaldo para la conformación de la Cámara de Diputados, pero también llaman la atención los procesos para la elección de nueve gobernadores. En esos nueve estados es donde las cifras no cuadran, de acuerdo con los números arrojados por las distintas casas encuestadoras. Sonora, Querétaro, San Luis Potosí, Michoacán y Guerrero, son las entidades en que los partidos y sus candidatos aparecen arriba o debajo de sus adversarios, según las distintas casas encuestadoras consultadas. Hay quienes dan empate entre la candidata del PRI Claudia Pavlovich Arellano y el panista Javier Gándara Magaña, pero otras sitúan al blanquiazul por arriba de la tricolor en el estado de Sonora. San Luis Potosí refleja cifras engañosas, ya que la panista Sonia Mendoza se posicionaba con mayores posibilidades de triunfo sobre el priista Juan Manuel Carreras, en los diversos sondeos, donde hay quienes señalan que la panista alcanzó y rebasó al priista y otros establecen la situación al revés. Querétaro registrar un empate técnico, en la mayoría de las encuestas, entre el priista Roberto Loyola Vera y el panista Francisco “Pancho” Domínguez, aunque la diferencia la hacen los que señalan que es el priista el de arriba y otros que el panista lleva una diferencia de dos puntos que los hace caer en el empate técnico. Michoacán es la entidad más confusa, ya que la panista Luisa María Calderón Hinojosa aparecía como la mejor situada en las preferencias electorales, con el priista Ascención Chon Orihuela en segundo lugar y Silvano Aureoles Conejo hasta el tercero y súbitamente las cosas cambiaron, el perredista, según algunas encuestas, aparece primero, la panista en segundo y el priista relegado y considerado con pocas oportunidades de triunfo. Se trata de un estado que puede repetir una historia del pasado, cuando fue a una elección de tercios con el triunfo de Víctor Tinoco Rubí sobre el perredista Cristóbal Arias Solís y de Felipe Calderón Hinojosa, enviado al tercer lugar en ese proceso electoral. En Guerrero, los priistas y perredista difunden encuestas con cifras alegres, con porcentajes satisfactorios para unos y otros, según sea el caso. Héctor Astudillo y Beatriz Mojica, candidatos del PRI y PRD, respectivamente, asoman en primer lugar en esas encuestas. De los otros cuatro estados nadie pone en duda los punteros, aunque en algunos de ellos se consideran como excesivos los porcentajes. Campeche tiene en el priista Alejandro Moreno Cárdenas al potencial ganador; de igual forma otro tricolor, José Ignacio Peralta nadie duda que ganará en Colima (sería una sorpresa su derrota), el panista Carlos Mendoza Davis se encamina a la victoria en Baja California Sur y en Nuevo León, la priista Ivonne Álvarez supera a sus adversarios. Sin embargo, los números de las encuestas pueden ser engañosos. La oportunidad de las casas encuestadoras es inmejorable, ya que podrán reivindicarse si aciertan esta vez en sus sondeos, con cifras más reales. Sin embargo, es sabido que los partidos políticos pasan por una etapa crítica y que será muy difícil para ellos convocar a la ciudadanía hacia las urnas, pues los electores se encuentran dolidos por una serie de situaciones no satisfactorias en su estándar de vida. [email protected] [email protected]
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