Periodismo con causa

Tiempos para sumirse

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

Miguel Tirado Rasso Las cosas no le han salido bien a Marcelo Ebrard. Podríamos decir que su fortuna política empezó a decaer, allá por 2011, cuandoaceptó someter, al resultado de una encuesta, la definición de la candidatura presidencial del PRD, en una competencia con Andrés Manuel López Obrador. Y es que en esos tiempos, Ebrard atravesaba por su mejor momento, en consideración a la buena percepción que había de su trabajo como Jefe del Gobierno del Distrito Federal, nada se sabía entonces del numerito de la Línea Dorada del Metro, por lo que contaba entonces con una base con sustento para sus aspiraciones. Para muchos, el ex jefe de gobierno debió haberse lanzado a buscar la postulación de su partido, el Sol Azteca, y no, tras una larga campaña de seis años, como finalmente sucedió. caer en un juego a modo de su contrincante, que llevaba las de ganar Más adelante, este personaje tomó otra extraña decisión al ignorar la posibilidad de ocupar un lugar en el Congreso, una diputación o una senaduría, que le hubiera permitido conservar y administrar su capital político, mientras llegaban los tiempos de pensar, nuevamente, en su proyección a las alturas. Al dejar pasar esa oportunidad, perdió posicionamiento en su partido y sus bonos se fueron a la baja. En un intento destinado al fracaso, posteriormente buscó la presidencia del PRD, cuando los tiempos, las circunstancias, pero sobre todo, los Chuchos, ya no lo favorecían. Con este objetivo en mente, renuncia en enero de 2014 a la presidencia de la Red Global de Ciudades Seguras de la Organización de Naciones Unidas, un cargo que muy pocos sabían que tenía, y constituye una asociación civil, Movimiento Progresista, con la que pretendería enfrentar a las tribus perredistas. Pero como Marcelo Ebrard ya no formaba parte del proyecto político de los Chuchos, su intento resultó fallido. Por la misma razón, cuando tramitó su registro para buscar, como premio de consolación, que el PRD lo postulara como diputado de representación proporcional, se encontró con la triste realidad de que su capital político estaba agotado, al menos para los dirigentes de Nueva Izquierda. Así, entre dimes y diretes, quejas y acusaciones, el ex jefe de gobierno sólo lograría que lo registraran hasta el lugar 38 de la lista por la Cuarta Circunscripción, cuando el pretendía ocupar el primer lugar. En aquella posición, automáticamente, quedaba cancelada la posibilidad de su incorporación a la próxima bancada del Sol Azteca en San Lázaro. Tras el desaire perredista, Marcelo buscó refugio con su amigo Dante Delgado, quien presuroso le concedió, vía el partido Movimiento Ciudadano, la ansiada candidatura a una diputación plurinominal en el primer lugar de la lista, pero con algunos asegunes como haberlo hecho dos días después de concluido el plazo para el registro de candidatos, y sin que Ebrard se hubiera registrado previamente como aspirante en su nuevo partido. Además de habérsele cruzado los tiempos de su renuncia al PRD con su registro como candidato por el partido Movimiento Ciudadano. Aquí, los planes de Ebrard vuelven a tropezar, pues al ser impugnada su candidatura, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), le revocó el registro, por haber participado, simultáneamente, en procesos internos de selección interna de candidatos de dos partidos políticos diferentes, lo que expresamente prohíbe el art. 227 de la ley electoral. Con esto, Ebrard queda desamparado si, como algunos afirman, más que continuar su proyecto político, lo que buscaba era la protección del fuero, ante el escándalo de la Línea del Bicentenario. En respuesta, Marcelo ha señalado que buscará defender su candidatura ante la Corte y, como otros, que han encontrado en Los Pinos la mejor forma de victimizarse, declara a diestra y siniestra que la cancelación de su candidatura es consecuencia de un complot ideado por el Presidente de la República, el Jefe de Gobierno del D. F., el Secretario de Gobernación, el PRI, el Partido Verde Ecologista, el partido Encuentro Social, el Partido Nueva Alianza, y quien usted quiera agregar a la lista, porque,afirma, que su postulación como candidato a diputado es un desafío al poder y no quieren que llegue al Congreso. Habrá que recordar lo que dicen los que saben de política. Que en este tema, hay tiempos para sumar, tiempos para sumarse y tiempos para sumirse. ¿En cuál se encontrará Ebrard? Mayo 7 de 2015

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.