Carlos Gómez José Juan Espinosa Torres entró a un camino sin retorno: la confrontación directa y sin tregua con el gobernador Rafael Moreno Valle. El presidente municipal de San Pedro Cholula se convirtió desde hace varios meses en el único de los 217 presidentes municipales que no está dispuesto a ceder a los intereses del grupo morenovallista. Ese reto, indudablemente, le ha traído varias consecuencias. Sin embargo, no hay que olvidar que fue un error de estrategia política del propio grupo morenovallista el que colocó a José Juan Espinosa como presidente municipal de San Pedro Cholula. El Partido Acción Nacional (PAN) gobernaba San Pedro Cholula con Dolores Parra y desde el grupo morenovallista se tomó la decisión de evitar el triunfo del priista, Sergio Galindo, y se entregó la candidatura de la alianza encabezada por el PAN, Movimiento Ciudadano, PRD y Compromiso por Puebla a José Juan Espinosa Torres. La fórmula de la alianza fue fundamental para que José Juan Espinosa derrotara al priista Sergio Galindo en las urnas. Cuando José Juan Espinosa rindió protesta como presidente municipal de San Pedro Cholula rompió cualquier lazo con el morenovallismo y empezó una ruta política propia. Espinosa Torres nombró a su gabinete con total independencia porque el morenovallismo jamás pensó que el alcalde se convertiría en un auténtico dolor de cabeza. Esa libertad con la que el alcalde inició su administración le permitió una autonomía que hasta hoy defiende con todo lo que puede. Hoy José Juan Espinosa mantiene el control moral del Partido Movimiento Ciudadano pese a que al interior del mismo existen críticas porque el alcalde pretende manejar el partido como si fuera de su propiedad. También se le quiere atacar porque, supuestamente, apoya a su esposa la candidata del PRI en el Distrito de Teziutlán, Nancy de la Sierra. Ayer convocó públicamente a todas las fuerzas políticas de Puebla y del país, a los diputados locales y del Congreso de la Unión para que “defendamos juntos el Estado de Derecho y a las instituciones, ya que es sumamente vergonzante, repudiable y poco ético que el gobierno del estado utilice todo el aparato para presionar a un ayuntamiento, cuando todo ese poder debería estar concentrado en servir a los poblanos”. Es decir, ayer asumió el papel de líder de una oposición contra el gobernador, Rafael Moreno Valle. Ese llamado ya había encontrado eco anteriormente en el exdirigente estatal del PAN, Juan Carlos Mondragón. Sin duda el grupo morenovallista sabe que si en estos momentos no es capaz de frenar a José Juan Espinosa difícilmente lo podrá lograr en el ocaso del sexenio. Es evidente que Espinosa Torres jugará un papel clave en el cierre de la administración de Rafael Moreno Valle. Es el líder de una rebelión política. La gran duda es ¿hasta dónde llegará? Por lo pronto es una preocupación seria para el morenovallismo. Y si lo duda ahí están las auditorias ordenadas, las columnas periodísticas y las campañas en redes sociales. El 2016 está a la vuelta de la esquina y el 2018 no está tan lejos para José Juan Espinosa. gomezcarlos79@gmail.com |
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