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Sucesión gubernamental: sin orden, ni legalidad

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CARLOS GÓMEZ Puebla vive un momento de absoluto des­orden y cae, por momentos, en el terre­no de la ilegalidad. Delegados federales que hablan en horas de trabajo de sus aspiraciones a la guber­natura. Un alcalde que actúa, se mueve, habla y se posi­ciona como candidato. Un exdiputado federal que está en franca cam­paña. Un exubsecretario federal que aprovecha toda la estructura y los eventos para promoverse ya sea para el 2016 o 2018. Una senadora que aunque no aparece mucho, siempre que lo hace causa revuelo en la clase política. Un gobernador que posiciona todos los días a su delfín para garantizar su sucesión y evitar descarri­lar su proyecto presidencial. Todos actúan bajo sus propias normas y reglas. Todos alejados de la ley electoral. Y es que el actual Instituto Electoral del Estado vive sus últimos momentos de vida y el nacien­te Organismo Público Electoral (OPLE) se gesta en medio de intensos jaloneos políticos por su conformación. El PRI sabe que si el OPLE cae en las manos del morenovallismo otra vez se repetirá la turbia his­toria de complicidades como ocurrió con el aboga­do patito Armando Guerrero Ramírez. Y mientras no termina de nacer el OPLE, cada aspirante se mueve a su gusto. A lo anterior debe sumarse que al interior de los dos principales partidos tampoco existe un orden claro. Por un parte, Martha Érika Alonso trabaja a marchas forzadas por conocer el interior del par­tido que dirigirá para garantizar que la estructura panista apoye realmente a su candidato en el 2016. La esposa del gobernador sabe que no puede permitir la simulación de los panistas en el pro­ceso electoral del 2016 y por eso ella tomará el control de todas y cada una de las decisiones al interior del PAN. Aunque debe enfrentar la doble cara que le juga­rán muchos panistas que han decidido simular apo­yo al candidato morenovallista pero en la realidad le darán la espalda el día de las elecciones. En el caso del PRI, las cosas están peor. Su dirigente, Ana Isabel Allende, es ignorada por todos. Nadie le hace caso. Es más, ella está fuera del proceso de elección del candidato o candidata a la gubernatura. Cada aspirante del PRI se mueve de acuerdo con su propia estrategia. El desorden del tricolor viene desde su propia dirigencia estatal. Los aspirantes se ponen de acuerdo entre ellos porque su líder no es capaz de asumir el papel que le corresponde. Así que la anarquía electoral es el pan nuestro de cada día. *** Un aviso para los lectores de esta columna y de www.contrastesdepuebla.com A partir del próximo 15 de octubre estará habi­litada la oficina de este periódico digital en el cora­zón de Puebla. A unos pasos del edificio Carolino y del Pala­cio Municipal. En avenida Juan de Palafox y Mendoza 212 inte­rior 102 estarán las oficinas de Contrastes de Puebla. Un paso más en la consolidación de este pro­yecto editorial. Todos serán bienvenidos. @gomezcarlos79

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