Por: Fernando A. Mora Guillén* - MAS DE 70% DE LOS MEXICANOS CON PROBLEMA DE OBESIDAD.
Los problemas de sobrepeso y obesidad son uno de los males que más aquejan a nuestro país, ya que más del 70 por ciento de los mexicanos sufren de estos padecimientos a pesar de los esfuerzos del gobierno federal, y acciones de la sociedad civil, por limitar los consumos de alimentos chatarras y bebidas azucaradas. Conforme a información de la Organización Mundial de la Salud, el sobrepeso y la obesidad son la epidemia mundial número uno tanto en niños como en adultos. –“Los problemas derivados de la obesidad y sobrepeso en México, rebasarán los recursos que destina la federación a enfermedades como diabetes hipertensión y cardiopatías”. El problema de obesidad y sobrepeso está por arriba del 70 por ciento en nuestro país, y la región del norte alcanza el 73 por ciento. Esta semana la especialista Luz María Guerra Cordero, destacó que a diferencia de antaño, en la actualidad el uno por ciento de la población en México padece desnutrición, y el 73 por ciento sufre sobrepeso, destacó que conforme a citas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), tan sólo en 2013, se registraron 623 mil 600 muertes como consecuencia de enfermedades isquémicas, de las cuáles 359 mil, se asociaron con enfermedades relacionadas a la obesidad. Esta estadística destaca que es mayor el número de muertos por enfermedades vinculadas con obesidad y sobre peso, que los fallecidos en accidentes automovilísticos. Como resultado de la Reforma Fiscal del 2013, las autoridades decidieron, sin contar con suficiente sustento científico, el cargar el costo del mal a los empresas embotelladoras de refrescos, y a los fabricantes de pan y golosinas en sus distintas modalidades; aplicándole a estos productos un gravamen de artículos de lujo como lo es el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios IEPS. Una cuota hacendaria que en la década de los setenta fue diseñada para su aplicación a productos suntuosos de importación, como: bebidas alcohólicas, perfumes, alimentos enlatados, ropa y accesorios, o hasta vehículos fabricados en el exterior. Al inicio del presente siglo y con la alternancia en el poder, Vicente Fox intentó instrumentar la aplicación del IEPS para los refrescos y bebidas embotelladas, lo que fracasó ante la falta de claridad que ubicaba incluso a las aguas embotelladas en la clasificación. En 2013, finalmente la administración del Presidente Peña Nieto, logró hacer avanzar el planteamiento, incluyendo a las golosinas y al pan, así como los productos que excedieran gramages de azúcar en sus procesos de producción. Los recursos que se recaudarán de esta medida serían canalizados al combate a la obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Ahora el malestar de los sectores empresariales, obedece a la falta de transparencia y claridad en la implementación del IEPS, y en la aplicación de los recursos; ya que si bien el gravamen no generó disminución alguna en el consumo de los productos "suntuosos", a los que ahora se les aplica el IEPS como los refrescos, panes, galletas y otras golosinas; Sí, ha sido una medida inflacionaria que recayó en la población, que ahora paga el sobre precio, sin que el problema sea resuelto. Correo: [email protected] Twitter: @Fernando_MoraG Facebook: Fernando Antonio Mora * Maestro en Comunicación Institucional por la Universidad Panamericana. Socio Fundador del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo. |