Siendo uno de los tres estados que pretende reconquistar el PRI, luego de perder la elección de 2010 ante la alianza PRD-PAN-Convergencia, Oaxaca mantiene fija la atención sobre el proceso electoral del próximo cinco de junio.

De acuerdo con las previsiones del Revolucionario Institucional, se encuentran dadas las condiciones para conseguir la victoria, mediante la candidatura de Alejandro Murat Hinojosa, hijo del ex gobernador José N. Murat Casab.

El PRI apuesta a que la unidad del partido en torno a la fresca figura de Murat hijo les dé parte del empuje necesario para lograr el respaldo ciudadano aunque tiene otras armas que le pueden servir de refuerzo.

Por lo pronto, consiguió el respaldo de los partidos Nueva Alianza y Verde Ecologista de México, para empujar la nominación de Murat Hinojosa y alentó la salida del Partido del Trabajo de la alianza formada por Acción Nacional y el de la Revolución Democrática en torno a la candidatura de José Antonio Estefan Garfias.

De esa forma merma las posibilidades de victoria del ex priista, a quien se busca sancionar por actos anticipados de campaña.

La situación en Oaxaca se encuentra casi tan complicada como su quesillo, ya que los tres principales candidatos a gobernador, podrían ser sancionados, al grado de ser canceladas sus aspiraciones.

El joven Alejandro Murat Hinojosa no es nativo del estado, ni tampoco reúne la residencia de cinco años que se requiere para competir por el gobierno estatal, ya que nació en el Estado de México y su carrera política la desarrolló por esa entidad, a la que, incluso, representó en el Congreso de la Unión, por la vía de una diputación federal.

Trabajó en diversos cargos durante el gobierno estatal de Enrique Peña Nieto y posteriormente se incorporó al gobierno federal, siendo designado director de Infonavit.

Por ello, los partidos opositores al PRI buscan anular su candidatura, mediante sendas impugnaciones metidas en los órganos de justicia electoral.

De proceder la impugnación, el PRI tendría que cambiar de candidato, en tiempo y forma.

Algo similar sucede con Benjamín Robles Montoya, un ex aspirante que cambió de camiseta a medio proceso electoral, luego de perder la interna dentro del PRD.

Robles Montoya, senador con licencia, renunció al partido por el que buscaba la nominación, al no ser postulado y decidió buscar otro respaldo, el que consiguió con el Partido del Trabajo, un organismo político que abandonó la alianza que mantenía con el PAN y PRD.

Benjamín arrastra también el no ser nacido en el estado, ya que lo hizo en Azcapotzalco, donde inició su carrera política, la que continuó en Michoacán, donde perdió una diputación local, hasta que encontró un destino en Oaxaca.

A diferencia de Murat Hinojosa, Robles Montoya si reúne la residencia necesaria para ser candidato, aunque en su contra opera la impugnación que se le hace, por haber participado como aspirante en el proceso interno celebrado por el PRD.

Su participación también deberá ser avalada por los organismos electorales.

En el caso del neoperredista José Antonio Estefan Garfias, la impugnación en torno a él se basa en actos adelantados de campaña, cuando aún no se daba el banderazo de salida al proceso electoral.

Los tres son los candidatos que aparecen mejor posicionados en las distintas encuestas y sondeos que se vienen practicando en torno a los comicios para la renovación del Ejecutivo en Oaxaca el cinco de junio.

Es cierto que si los organismos electorales deciden sancionarlos y anular sus nominaciones, los partidos tendrían tiempo para reemplazarlos, pero eso pegaría en el ánimo de sus seguidores.

Lo curioso de Oaxaca es que los tres principales candidatos en competencia tuvieron su paso dentro del partido tricolor, aunque en la actualidad solamente uno de ellos (Murat Hinojosa) mantiene su militancia dentro del tricolor y los otros dos (Estefan Garfias y Robles Montoya) la abandonaron en distintos tiempos.

Y aunque los tres contendientes al gobierno de Oaxaca se mantienen firmes de llegar en las boletas como candidatos de los respectivos partidos que abanderan, sus adversarios trabajan activamente para descarrilarlos.

Los priistas saben que manteniendo dentro de la boleta electoral a Benjamín Robles, aumentas sus posibilidades de triunfo, ya que dividir el voto de la izquierda entre dos candidatos, le otorga mayores ventajas a su abanderado.

En el ánimo perredista también están conscientes de ello, por lo que buscan anular la candidatura de Robles Montoya y que Estefan Garfias concentre esos votos, pero al mismo tiempo buscan bajar de la competencia a Murat Hinojosa, bajo el argumento de no reunir requisitos.

Ante este panorama, existe un cuarto aspirante que se encuentra por debajo de las expectativas de los tres principales candidatos que espera su momento para reposicionarse.

Salomón Jara Cruz, un militante de la izquierda que ya fue diputado federal y senador por el PRD, compite por el gobierno de Oaxaca con los colores del Movimiento de Regeneración Nacional, con cifras que lo mantienen, por el momento, alejado de los otros tres, pero que en cualquier momento podría aprovechar esos vacíos que se van dejando, para aumentar sus posibilidades.

La apuesta en Oaxaca es si los tres principales candidatos (Murat Hinojosa, Estefan Garfias y Robles Montoya) resistirán los embates de sus opositores y llegarán al cinco de junio en sus actuales posiciones y cuál de ellos resultará triunfador o si el cuarto convidado será capaz de arrebatarles la victoria.

DOS CANDIDATOS

Héctor Yunes Landa y Enrique Serrano Escobar, candidatos del PRI a los gobiernos de Veracruz y Chihuahua, respectivamente, coincidieron en un restaurante capitalino, donde intercambiaron puntos de vista sobre su estrategia.

Saben que son dos elecciones competidas para su partido, especialmente la de Veracruz, pero confían en obtener el voto del electorado.