El Oso, un ministerial que amenaza reporteros

Israel Velázquez G.

El comandante de la Policía Ministerial, Arturo González Rojas, “El Oso”, gusta de amenazar a los reporteros poblanos de la fuente policiaca y no sólo eso, de acuerdo con sus propias palabras: cumple sus amenazas. En su descargo podría decir que cumple órdenes, pero deberá dar nombres.

El fin de semana dio una muestra clara de que no tiene la capacidad suficiente para estar en el cargo que desempeña bajo las órdenes del director de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), Juan Luis Galán Ruiz, quien nada hace a pesar de las quejas de reporteros a quienes El Oso no deja hacer su trabajo. ¿Y el fiscal general del estado, Víctor Carrancá? El sigue en lo suyo…, si es que está enterado.

Arturo González Rojas descargó su saña contra el reportero Odilón Larios, a quien amenazó el fin de semana con recibir una golpiza, justo cuando trató de impedir que hiciera su trabajo en la colonia Santa Cruz Los Ángeles.

El comandante, siempre que ve llegar a los reporteros a los lugares donde se cometió un crimen, pide a sus elementos que amplíen la zona de acordonamiento y cierren las calles con el argumento de que no se altere, ya sabe usted, la escena.

Esta vez Arturo González Rojas fue demasiado lejos: hay una diferencia enorme entre pedir que se amplíe un acordonamiento y amenazar a Odilón Larios diciéndole “no me conoces ni sabes hasta dónde soy capaz de llegar” y que de eso podía preguntarle a Ehécatl Mello, reportero de la fuente policiaca víctima de una golpiza propinada cuando cubría un evento en el que participaba la hoy Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto, en la cual El Oso era comandante.

El sábado en la mañana Odilón llegó para cubrir un homicidio a la 15 Poniente y 25 Sur, frente al panteón de La Piedad. Personal del Ministerio Público de Homicidios ya había colocado el acordonamiento en la banqueta donde se encontraba el cadáver y al ver que la otra acera estaba libre y se permitía el paso a los transeúntes, se pasó a ese lado para tomar unas fotografías.

Cuando González Rojas lo vio se acercó a él para pedirle que se retirara, aunque Odilón respetaba el acordonamiento y le recordó que mucha gente ya había caminado por ahí y por tanto los indicios ya habían sido alterados. El comandante, con el fin de que Odilón y los otros reporteros se retiraran, pidió ampliar el cordón.

Los mismos pasos de González Rojas sigue el nuevo director de la Agencia del Ministerio Público Especializado en Investigación de Homicidios, Benjamín Albores Manzo, quien fue encargado de la Dirección General para la Atención a Delitos Relacionados con Servidores Públicos.

Albores Manzo llegó a pedirle que se dirigiera de “usted” al personal de la Fiscalía General del Estado, ya que así lo mandan “los principios morales del ser humano y la ley de convivencia entre los seres humanos y las autoridades”. Leyó usted bien: “la ley de convivencia entre los seres humanos y las autoridades”, ¿la conoce?

La Fiscalía General del Estado se limitó a lanzar dos tuits, a pesar de la gravedad de las amenazas: en su cuenta publicó los siguientes mensajes: “Preservar el lugar del hecho es deber del investigador, solicitamos comprensión. 1/2” y “Si hubo algún actuar indebido invitamos a que se formalice denuncia y se procederá. 2/2”.

No basta con uno o dos tuits: es necesario que la fiscalía capacite a sus elementos, a sus comandantes, para que sepan bien hasta dónde llegan sus atribuciones y, sobre todo, que no pueden amenazar a nadie. Es necesario que los capaciten en eso para lo que no son competentes…, y también, que investigue si Arturo González Rojas es el responsable de la golpiza al periodista Ehécatl Mello. Queda constancia.

* Coordinador editorial El Popular, diario imparcial de Puebla.

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