Jueves 30 de Junio de 2016

Cumplimos seis años y, contra todo pronóstico, superamos las expectativas. Hemos hecho lo imposible. Hemos roto estereotipos: un periódico que nació de forma independiente, encabezado por una mujer joven; realizado por jóvenes, la mayoría de ellos recién egresados. Nos enfrentamos a un gobierno que ante la mínima crítica te proclama enemigo por decreto, te aplasta… y sobrevivimos. No nos daban ni un año.

Ahora vamos por el séptimo. Aún no podemos cantar victoria en un mundo donde pareciera que todo se derrum­ba, con el Brexit del Reino Unido que tiene a los financieros de cabeza, el conflicto magisterial, la violación cada vez más constante de los derechos humanos, la corrupción del sistema, el hartazgo ciudadano... en El Popular tenemos la firme convicción de que haciendo buen periodismo podemos contribuir con un granito de arena para fomentar una sociedad más justa e igualitaria. Para persistir en un medio tan viciado y competitivo.

No sólo estoy convencida. Las tendencias de la industria a nivel internacional lo confirman. Hace unos días tuve la oportunidad de participar en un congreso internacional de periodismo. Ahí, ante los editores de algunos de los periódicos más importantes del mundo, como Le Monde, The New York Times y The Washington Post me di cuenta de que el panorama para los medios impresos es esperanzador. El 80 por ciento de los ingresos de estas empresas proviene del impreso, el 20 por ciento se origina del digital. El panorama también es retador, porque la tendencia en digital va al alza, y nos enfrentamos a un público cada vez más exigente. Menos crédulo.

Ante el uso desmedido y muchas veces irresponsable de la información digital, así como la vorágine de periódicos que nacen de la noche a la mañana, nos queda una cosa: hacer periodismo, ser fieles a nuestros principios. El antídoto para nuestra supervivencia, en palabras de Javier Darío Restrepo, un experto en ética periodística: es la credibilidad. Sin ella estamos perdidos.

Tenemos que reinventarnos. Romper los moldes si queremos sobrevivir, mejorar nuestras narrativas, ser más estrictos en la selección de fuentes, verificar la información hasta el cansancio, fomentar la discusión con análisis de fondo.

Más historias, menos noticias, menos qués más porqués, menos periódico más periodismo. Debemos interactuar con los lectores, hacerles un periódico a su medida, que sean parte de nosotros y nosotros parte de ellos. Reforzar nuestros canales de distribución, ser nosotros quienes busquemos a los lectores y no ellos quienes nos busquen.

Enamorarse del proyecto y conocer bien nuestros productos, entender mil veces y una vez más que nuestro objetivo es servir a la sociedad poblana con información veraz y confiable. A un periódico diferente, no lo queda de otra más que hacer las cosas diferentes.

El periodista y escritor Gabriel García Márquez decía que "el periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir sólo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente". Desde hace seis años tenemos una ventaja en Puebla: somos pocas las empresas periodísticas que queremos y nos importa hacer las cosas bien; predominan quienes se centran en el denuesto y la descalificación, las alabanzas y las complacencias... "El periodismo mercenario es el que está haciendo la tarea más eficaz para la extinción del periodismo", asegura Restrepo.

Estoy convencida de que si cada uno de nosotros abraza y hace suya la causa de El Popular muy pronto tendremos el mejor periódico de Puebla. Hay que trabajar más, hay que luchar más. Nadie dijo que es fácil, pero a nosotros nos mueve la vocación de servicio. Gracias por estos seis años. Sin ustedes esto no habría sido posible. Gracias por las enseñanzas y también por confiar en el proyecto.

* Directora general de El Popular, diario imparcial de Puebla.