El cada vez más peligroso Triángulo Rojo

Más de 24 horas y el personal de Pemex no había podido controlar el incendio que demuestra que los chupaductos son amos y señores.

El impresionante incendio en campos de cultivo de Quecholac, provocado por una toma clandestina en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), refleja que la situación del robo de combustible es un tema cada vez más peligroso para la población que vive en el llamado Triángulo Rojo en Puebla.

Más de 24 horas y el personal de Pemex no había podido controlar el incendio que demuestra que los chupaductos son amos y señores de esa parte del territorio poblano.

No hay nada que hayan hecho las autoridades federales, estatales y municipales para combatir a las peligrosas bandas de la delincuencia organizada que mantienen el control absoluto del robo de combustible.

No hay que olvidar que poblaciones como Palmar de Bravo, Acatzingo, Quecholac y otros están dentro de una zona de guerra en donde las bandas dedicadas al robo de combustible han bañado de sangre esos lugares por el control de las tomas clandestinas.

Todo esto ocurre ante una población que se siente rehén de las bandas de la delincuencia organizada.

Existen varias voces que han señalado que algunos pobladores de estos municipios trabajan como halcones de los chupaductos.

Sin embargo, uno debe ser consciente de la situación porque la violencia con la que operan las bandas de delincuentes tiene prácticamente acorralados a los ciudadanos que no pueden hacer nada ante el robo de combustible.

Nadie en su sano juicio denunciaría a estos peligrosos delincuentes debido a que los gobiernos federal, estatal o municipal no los van a proteger.

Así que no se debe culpar a los ciudadanos que se encuentran bajo las amenazas de las bandas de delincuentes que operan libremente en territorio poblano.

Lamentablemente el problema ha crecido en estos dos últimos años de una manera alarmante en la entidad y no se ve la forma en que se pueda frenar o controlar este problema.

En el caso del incontrolable incendio ocurrido en terrenos de Quecholac es apenas una pequeña muestra de la gravedad del problema.

Mientras la Policía Federal y el Ejército Mexicano no intervengan de manera directa y a fondo no se podrá detener el problema.

La población que está inmersa en el Triángulo Rojo sigue bajo un permanente riesgo por las amenazas, los enfrentamientos, las balaceras, las ejecuciones, los levantones y ahora los incendios de gran magnitud.

Esta es la Puebla real.

En donde los delincuentes son los que mandan.

 

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@gomezcarlos79

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