La Mixteca poblana, pobreza y marginación

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Pablo RANGEL SARRELANGUE


Agosto 31, 2016

Los municipios de Izúcar de Matamoros, Atzala, Chietla, Huehuetlán el Chico, Chiautla de Tapia e Ixcamilca de Guerrero, representan una zona de la mixteca poblana habitada por más de 50 mil habitantes en absoluto abandono, pobreza y marginación ante la apremiante necesidad de vías de comunicación.

Sus habitantes, cansados de promesas electorales, han realizado bloqueos en la carretera que otra fuera de asfalto y que hoy es de terracería. Estos seis municipios del estado con más de 20 juntas auxiliares, en su mayoría con tierras cerriles, temporaleras, escucharon en los pasados procesos electorales primero las promesas de quienes ahora son sus presidentes municipales, diputados federales y hasta un gobernador electo.

Se trata de una zona donde la emigración es la vía para proporcionar subsistencia a quienes se quedan. El cultivo de caña de azúcar, maíz, sorgo y jamaica se encuentran supeditados a un buen temporal de lluvias que, si bien dan frutos en el campo, también empeoran las condiciones de brechas y caminos para la extracción y comercialización del producto.

Notorio resulta que seis presidentes municipales no puedan unir sus voces para exigir apoyos al campo y la construcción de una nueva vía de comunicación entre Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia, más aun una verdadera burla que el diputado federal por el distrito 14, Charbel Jorge Estefan Chidiac, no mueva un dedo en el Congreso de la Unión para cumplir sus compromisos de campaña e incluso exigir al gobernador del estado que baje de su helicóptero Augusta y transite por las carreteras de esta zona de la Mixteca poblana para evidenciar las condiciones en que se encuentran sus representados en el Congreso.

Sostienen al autor de estas líneas, habitantes de Chiautla de Tapia, que algunos de sus familiares han fallecido en traslados de ambulancias para llegar al Hospital regional de Izúcar de Matamoros, que la vida de rico que se da el presidente municipal Jesús Castro Ramales, pugna con la miseria que se ve en las calles. A los habitantes les resulta inexplicable que siendo su presidente de filiación panista el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas no brinde apoyo a la población, o, bien como refieren algunos, "quizá el apoyo se queda en la presidencia municipal", otorgando así al mandatario estatal el beneficio de la duda, como suele acontecer en las comunidades marginadas.

En las juntas auxiliares de Casa Blanca, Zolonquiapa, San Juan Colon, Atencingo, Lagunillas, el Órgano, Tlancualpican, Cruz Verde y Ahuehuetzingo, la situación es peor y sus habitantes viven de lo que la providencia les depara, algunos tratan de organizarse y retomar bloqueos carreteros como medida de presión a un gobierno que no ve y menos escucha. Lo que resulta claro de todo esto es la falta de sensibilidad, pero por demás la ineptitud de los munícipes de esas comunidades gobernadas por panistas, priistas y hasta de convergencia: todos ellos no han tenido la capacidad de unir sus voces y hacerlas públicas como parte de un reclamo social.

Quizá estas líneas en nada cambien el panorama de marginación y pobreza que priva en la Mixteca, empero sí representa un llamado a tiempo porque simplemente los pueblos se cansan.

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