El precio del financiamiento urbano

  • URL copiada al portapapeles

Siempre que se abordan los temas relacionados con la implementación de programas efectivos y accesibles de desarrollo urbano existen ciertos obstáculos que suelen parecer insalvables, pues tienen que ver con los recursos económicos que se necesitan para llevar a cabo toda la planeación con que ya se cuenta.

Aun cuando las ciudades únicamente ocupan el 2% del territorio del planeta, generan alrededor del 80% del producto interno bruto total de las naciones. Esto nos lleva a pensar en las oportunidades pero también en los problemas que se deben resolver para que los asentamientos humanos no deriven en desorden, carencia de comodidades e inseguridad.

En la actualidad, la cada vez mayor conciencia sobre los inconvenientes del cambio climático que vivimos, ha generado que más ciudades y países desarrollen estrategias encaminadas a frenarlo y a cambiar la visión social que se tiene del asunto.

No obstante lo anterior, cuando se lleva a la práctica lo que está en el papel, las autoridades locales se enfrentan a los primeros muros económicos que deben derribar si quieren concretar sus planes, ya que la tradicional falta de recursos suficientes que cubran todos los aspectos de estos planes ocasiona que se pospongan las acciones por un largo tiempo o, en el peor de los casos, que se cancelen definitivamente.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano, Hábitat III, que se celebrará en octubre, este tema es uno de los que más importancia tendrán, pues al haberse detectado que los gobiernos locales tienen demasiados impedimentos para asegurar el cumplimiento de sus objetivos en la materia, se convierte en una tarea indispensable encontrar otras formas de financiamiento.

De acuerdo con las conclusiones de la conferencia temática preparatoria rumbo a Hábitat III que se verificó en marzo pasado en la Ciudad de México, las metrópolis alrededor del planeta requerirán de una inversión calculada en 57 billones de dólares para tener éxito en la ejecución de sus planes de desarrollo urbano.

Los retos planteados en aquella ocasión abrieron el camino para definir los puntos de partida en la estrategia global de financiación pues, independientemente de que las autoridades locales reciben recursos de sus gobiernos centrales o bien, que algunos tienen mayores dificultades para tramitar el ingreso económico necesario pues su legislación es más compleja, la cantidad invertida nunca resulta suficiente en prácticamente ninguna ciudad del mundo.

Así, las bases sólidas que se requieren para encontrar las áreas de oportunidad que puedan generar recursos y financiar los proyectos, tienen que ver con una serie de acciones que bien pueden implementarse en la mayoría de las ciudades.

Las líneas de trabajo para lograr lo anterior se ubican en el sentido de tener una gobernanza local que delimite perfectamente las responsabilidades de autoridades, iniciativa privada y sociedad. Además, se requieren reformas nacionales y locales que vuelvan atractivos los proyectos a largo plazo.

Por supuesto, una mejor gestión financiera con transparencia y rendición de cuentas será vital para llevar a cabo el plan; asimismo, se tendrán que considerar mecanismos de intermediación financiera en los que más de un gobierno local pueda fondear los proyectos y generar una óptima relación costo-beneficio.

Hábitat III será una oportunidad invaluable para definir las acciones y pactar los compromisos que debemos cumplir a nivel internacional durante los próximos años en materia de desarrollo urbano, por lo que continuar proponiendo las estrategias correctas es tarea de todos.

 

*Diputado Local de la LIX Legislatura

TWITTER: @pabloporpuebla

FACEBOOK: Pablo Fernandez del Campo

CORREO ELECTRÓNICO: [email protected] 

  • URL copiada al portapapeles