Ciudades Resilientes y Movilidad: Misión en Holanda
La resiliencia es la capacidad de un asentamiento humano de resistir y recuperarse lo más rápido posible de cualquier peligro que se le presente, por lo que los gobiernos y las organizaciones internacionales deben considerar implementar las acciones adecuadas para minimizar el impacto negativo de los fenómenos naturales.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas, el 80% de las ciudades grandes del mundo son realmente vulnerables a los fuertes efectos de los terremotos, mientras que el 60% también sufre de amenazas generadas en el mar.
A nivel internacional, en un año se pueden llegar a cifrar en casi 400 mil millones de dólares los daños por fenómenos naturales como los mencionados. Incluso, en los últimos 25 años, el 64% de la población del globo ha sufrido las consecuencias de estos sucesos que cuestan vidas, infraestructura y dinero a grandes regiones.
Uno de los mayores problemas al momento de medir la resiliencia de los centros urbanos es el soporte económico con el que se cuenta para hacer frente a un desastre repentino, así como la falta de preparación y capacitación de quienes deben contar con todos los conocimientos teóricos y prácticos para dotar a su zona de influencia de una resiliencia aceptable.
Al respecto, el Gobierno del Reino de los Países Bajos me invitó a participar en la "Misión a los Países Bajos sobre Ciudades Resilientes", financiada por el gobierno neerlandés y el Banco Mundial, con el objetivo de reforzar un grupo de actores estratégicos mexicanos para impulsar las herramientas existentes en la cooperación bilateral respecto a las ciudades resilientes.
En la visita que inicia este martes en Ámsterdam, intercambiaremos las mejores prácticas en la materia, además de que se analizarán las experiencias de empresas y académicos de ambos países.
Este evento forma parte de las actividades derivadas del Memorándum de Entendimiento que se firmará entre la Sedatu y el Ministerio de Infraestructura y Medio Ambiente de los Países Bajos, en el cual los municipios de Puebla y Tehuacán están mencionados.
Cabe destacar que la ONU y su programa Hábitat cuentan con una serie de recomendaciones generales que difunden entre todos sus países miembros para formar parte de un grupo especial integrado por las ciudades que más riesgos corren en cuestión de terremotos, tsunamis, sequías crónicas, inundaciones y otros fenómenos climatológicos.
En cuanto a la movilidad, como lo indican las estadísticas de la Asociación Mexicana del Transporte y Movilidad, el 85% de los percances viales ocurren por el factor humano como principal causa, del cual, el 30% es por exceso de velocidad; otro 30% por motivo del alcohol y estupefacientes; el 25% por maniobras imprudentes, y el resto por cansancio y distracción.
El crecimiento de la población en centros urbanos, si no se cuenta con planeación y estrategia, provoca una serie de dificultades en el control y contención de la cifra de accidentes debido a la falta de actualización en la red de tránsito de cada ciudad, así como de programas de orientación y prevención vial.
Sin duda, esta misión en Países Bajos nos ayudará a ampliar nuestra visión en cuanto a la prevención que debe ayudar a una ciudad a levantarse pronto de una catástrofe natural, así como a reducir accidentes viales por medio de una correcta resiliencia y estrategias de movilidad urbana.
